Los efectos secundarios más comunes del bálsamo de tigre

A pesar de su rimbombante denominación, está compuesto, principalmente, de extractos de plantas y aceites minerales derivados del petróleo, como la parafina. La utilización de un tigre, tanto en su simbología como en denominación, responde a la imagen de fortaleza que representa este animal en el continente asiático. Aunque sí es cierto que en sus orígenes sí contenía grasa o huesos de este gran felino.

Cabe destacar que este ungüento tiene dos variantes: el rojo y el blanco. En el caso del primero, es el más común y del que seguramente has oído hablar más. Su uso más extendido es el alivio muscular, ya sea por lesiones, golpes o sobrecargas, ya que en sus inicios la loción estaba destinada a los masajes. Por otra parte, el blanco tiene como objetivo mitigar dolores de cabeza, migrañas y congestiones respiratorias.

Y aunque este elemento parece gozar de cierto éxito entre la población, como todo remedio de herbolario puede generar determinados efectos secundarios, aunque todos ellos se catalogan como muy poco habituales.

Para evitar cualquier tipo de adversidad, se recomienda no aplicar el bálsamo de tigre en heridas, cerca de los ojos o lugares del cuerpo especialmente sensibles. Además, también es aconsejable que aquellas personas que sufran algún tipo de alergia primero extiendan una pequeña cantidad de este elemento sobre la piel, esperar varias horas y comprobar que no provoca ningún tipo de reacción.

Aunque hace varios años, hacerse con este producto era toda una odisea, actualmente existen infinidad de medios para conseguirlo, y aprecios muy competitivos. En las plataformas de venta online, por lo general, un bote de 20 gramos puede costar entre 12 y 17 euros.