Soto Grado alerta sobre el terror de los árbitros: «Un policía me dijo 'a ver si te voy a tener que dar yo también'»
El colegiado de La Rioja comenta algunas de las peores situaciones que ha vivido
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Los árbitros son personas y también sufren. Mucho. Los de élite están sometidos a una presión inmensa y se encuentran semana sí y semana también en el ojo del huracán. Pero, precisamente, aquellos que dirigen en los grandes escenarios del fútbol mundial son los que más fácil lo tienen para huir de esas situaciones indeseables.
Porque, por muchos insultos y comentarios negativos que se puedan llevar, nunca estarán expuestos a las situaciones que se viven en los campos alejados de los focos y sin las medidas de seguridad que sí existen en los principales estadios.
Y esto lo reconocen hasta los propios árbitros. Sin ir más lejos, el que fue elegido por el Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el mejor de la temporada 2023-24: el riojano César Soto Grado, que ha comentado en Onda Cero La Rioja su peor episodio mientras ejercía su profesión.
Y no, no tuvo lugar en un gran estadio del fútbol nacional, sino durante su etapa de crecimiento, cuando todavía arbitraba en categorías muy alejadas de Primera División. «El peor recuerdo lo tengo a nivel territorial aquí en un pueblo en el que me llegaron a tirar una silla, pero no me llegaron a dar. Fue duro, en otro partido me rayaron el coche y llamé a la Policía. El policía me preguntó si había ganado el local o el visitante, le dije que el visitante, y me dijo 'a ver si te voy a tener que dar yo también'. Siendo un chaval, que te diga eso un policía... no me agradó».
«He tenido alguna circunstancia mala en algún aeropuerto»
César Soto Grado
El caso de Soto Grado es uno de esos que ya no se dan con demasiada frecuencia. De explosión tardía, el abulense adscrito al comité riojano militó durante muchas campañas en el fútbol regional e, incluso, arbitró siete temporadas en la antigua Segunda División B. Sin embargo, solo le bastó un curso en Segunda para ascender de manera meteórica a Primera... y convertirse en árbitro internacional muy poco después. Ahora, a sus 45 años, podría colgar el silbato este mismo verano si así lo decide el CTA.
❝Somos un colectivo que disfruta mucho del fútbol, somos muy compañeros y estamos muy unidos❞
— RFEF (@rfef) January 13, 2024
❝Es un trabajo muy duro en categorías inferiores... todos deberíamos hacer acto de reflexión❞
🗣️ Soto Grado | VAR #superSupercopa pic.twitter.com/iR9MbFxxlv
Con todo lo que ha vivido en el fútbol, él conoce de primera mano lo que se llega a sufrir al ser árbitro en el fútbol base, de ahí que se solidarice con sus compañeros: «Aquellos que arbitran en categorías inferiores lo tienen bastante más complicado que yo. Nosotros estamos escoltados por la Policía, todo el mundo te ve, hay cámaras... sí que he tenido alguna circunstancia mala en algún aeropuerto, pero, en lo que es en el campo, en territorial, en juveniles, en Tercera División... se pasa peor que en los grandes estadios», alerta.
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