El producto que una neuróloga no recomienda porque puede tener consecuencias para la memoria
El bienestar del cerebro está intrínsecamente ligado a la salud cardiovascular
Esta es la bebida que un neurólogo evita por riesgo de sufrir infartos cerebrales y que es habitual en España
Los neurólogos alertan sobre la cirugía de la migraña: «Ni cura ni está exenta de riesgos»
Cuando pensamos en la importancia de mantener una dieta equilibrada, frecuentemente lo asociamos con el deseo de perder peso o de controlar niveles de colesterol. Sin embargo, rara vez consideramos el impacto directo que nuestra alimentación tiene sobre el cerebro.
Este órgano vital no solo demanda energía constante y nutrientes específicos, sino que su bienestar está intrínsecamente ligado a nuestra salud cardiovascular. Así, una dieta que favorezca al corazón también juega un papel crucial en la prevención de accidentes cerebrovasculares.
Los accidentes cerebrovasculares isquémicos, que ocurren debido a la interrupción o reducción del flujo sanguíneo a una parte del cerebro, son una muestra de cómo condiciones como la obesidad, el sedentarismo, el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo y el uso de drogas pueden aumentar el riesgo de sufrir estos eventos.
Estos incidentes pueden resultar en consecuencias devastadoras, tales como la pérdida de la capacidad motora o dificultades en el habla. Por ello, los profesionales de la salud enfatizan en la importancia de prevenir condiciones preexistentes como la diabetes, hipercolesterolemia e hipertensión a través de dietas ricas en alimentos vegetales.
El producto que no recomiendan los expertos
En este sentido, la neuróloga Shae Datta del NYU Langone Concussion Center advierte sobre el consumo de margarina, un sustituto popular de la mantequilla que, a pesar de ser promocionado como una opción saludable debido a su origen vegetal, puede contener niveles nocivos de grasas trans.
Este tipo de grasas, que se encuentran principalmente en productos industrializados que han sido sometidos a hidrogenación, no solo contribuyen al aumento del colesterol LDL ('el colesterol malo') y a la disminución del HDL ('el colesterol bueno'), sino que también incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares y demencia.
Tal y como explica Datta, el riesgo reside en el proceso de hidrogenación necesario para solidificar estas grasas vegetales, generando así las denominadas grasas trans, las cuales el cuerpo procesa de manera similar a las grasas saturadas.
Diversas investigaciones han vinculado altos niveles de ácido elaídico (un tipo común de grasa trans) en adultos mayores con un mayor riesgo de desarrollar demencia. La recomendación de Datta es clara: priorizar el consumo de aceite de oliva y mantequilla tradicional sobre la margarina y otros productos similares.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete