Una mujer descubre el origen del terrorífico sonido de su dormitorio y lo que encuentra la deja en shock

En un giro sorprendente de los acontecimientos, la artista local de Alford (Australia), Jenny Schneider, experimentó más asombro que temor al descubrir el origen de los extraños y estridentes ruidos que provenían de la chimenea de su dormitorio, unas crías de lechuza.

En un primer vídeo, publicado en TikTok por la cuenta 'the.tiser', se puede escuchar a Schneider preguntándose qué clase de criaturas se esconden en su chimenea.

Revelando en un segundo vídeo, que acumula más de 4,2 millones de visualizaciones, a los protagonistas del tenebroso ruido. Cinco crías de lechuza que habían encontrado refugio en su hogar.

«Empecé a escuchar ruidos en la chimenea», comentó Schneider, a lo que añadió: «Era como una película de aliens... ruidos que nunca había escuchado, era un chillido horrendo».

Preocupada por el origen del ruido, la artista compartió sus sospechas con su pareja, quien sugirió que podría tratarse de aves jóvenes que habían hecho un nido en la parte superior de la chimenea. «Con el tiempo, el ruido se volvió cada vez más fuerte... me mudé de la habitación porque el ruido que salía de allí por la noche era ensordecedor», manifestó.

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Poco después Schneider, junto con algunos amigos, decidió investigar el interior de la chimenea y documentar lo que encontraron. Al destapar la chimenea descubrieron cinco crías de lechuza que esperaban a que su madre descendiera por la chimenea de la antigua casa, que estaba en proceso de renovación, para alimentarlas durante la noche. «Cuando más chillaban era cuando ella les estaba dando de comer; durante el día, ni siquiera los escuchabas», expresó.

Finalmente, las crías de lechuza abandonaron la chimenea y esta fue cubierta para evitar que volviera a ocurrir, pero Schneider comenzó a escuchar nuevos ruidos de rasguños que provenían del techo de la casa. «Pensé que podrían ser zarigüeyas, pero luego los chillidos comenzaron de nuevo. Han puesto más crías en el techo... así que ahora hay crías ahí», confesó Schneider. «No me malinterpreten, son aves hermosas, pero el ruido es simplemente horrendo. Es una relación de amor y odio», añadió.

Por último, la artista compartió que su hija rebautizó el pequeño pueblo de Alford, en la península de Yorke del norte, como 'Owlford' (un juego de palabras entre 'owl', búho en inglés, y Alford). Asimismo, gracias al incidente, retomó su vocación de artista y comenzó a realizar pinturas de estos curiosos animales. Una de sus obras adorna la chimenea donde se encontraron las crías de lechuza, mientras que sus otras pinturas se han estado vendiendo en el Mercado local de Alford.