La joven, conocida en las redes como Cuihua, había comenzado a documentar su pérdida de peso a través de las redes sociales, donde había comenzado a ganar notoriedad. Esta creadora de contenido, que pesaba 156 kilos, se había convertido en una inspiración para gran parte de sus seguidores, y había anunciado su objetivo de «perder 100 kilos».
Estaba obsesionada con «perder 100 kilos»
Según ha explicado la CNN, la influencer había acudido a un campamento centrado en la pérdida de peso situado en la provincia de Shaanxi y ha sido en este centro donde se ha confirmado su muerte. Según han apuntado varios medios chinos, esta era la tercera vez que Cuihua se unía a un centro especializado en procesos de adelgazamiento.
La joven llevaba varias semanas mostrando su cambio físico a través de Douyin, la versión china de TikTok, y ya había perdido más de 20 kilos en los dos últimos meses. Algunas fuentes también revelan que la influencer se había obsesionado con los entrenamientos, que había conseguido costearse gracias a publicidad, y que apenas habría comido desde que sus seguidores comenzaron a dispararse.
El pasado 26 de mayo, Cuihua hizo saltar todas las alarmas a través de sus redes sociales, al confesar a sus seguidores que «no se sentía bien». Apenas 24 horas después, la joven china fallecía tras acudir al hospital, aunque las autoridades no han podido determinar aún la causa exacta de la muerte y si el campamento tuvo algo que ver.
El fallecimiento de la joven china ha vuelto a poner en el foco el nivel de exigencia tanto física como mental en los países asiáticos, donde no cumplir los cánones de belleza y/o inteligencia te convierte automáticamente en un fracasado. Además, el caso ha vuelto a generar polémica por los extremos a los que están dispuestos a llegar algunos influencers para conseguir visitas, incluso de poner en riesgo su salud.
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