Indemnizan con 294 millones de euros a la familia de un adolescente que murió tras caer 30 metros de una atracción

El accidente se produjo en la atracción Orlando FreeFall, una lanzadera de 131 metros de altura que eleva a los pasajeros antes de dejarlos caer a 120 kilómetros por hora. Sampson, que pesaba 173 kilos, nunca debió montar ahí, ya que superaba en más de 40 el límite para subir, según informan medios locales.

A pesar de sobrepasar ampliamente los 130 kilos que marcaban el límite para montarse, el adolescente pudo subir en la atracción, donde los empleados del parque debieron ajustar el asiento para que encajara dentro de los dispositivos de sujeción. Durante la caída, Sampson se deslizó fuera del arnés de la lanzadera -que no contaba con cinturón de seguridad- e impactó contra el suelo tras caer 30 metros. Pese a haber sido trasladado a un hospital infantil cercano, murió a causa de las heridas.

Tras el accidente, la familia del joven presentó una demanda por negligencia contra los responsables del accidente y apuntó a tres entidades: Funtime Handels GmbH, fabricante austriaco de la atracción; Slingshot Group, propietario y operador del Orlando FreeFall, e ICON Park, lugar donde ocurrió la tragedia.

«La muerte de Tyre fue el resultado de una negligencia flagrante y de no priorizar la seguridad sobre las ganancias», dijo el abogado de la familia, Ben Crump, y recoge la BBC. Los daños se dividieron a partes iguales entre la madre y el padre del adolescente, que iniciaron la demanda civil en marzo de 2022, un mes después de la muerte de su hijo.

El año pasado, llegaron a un acuerdo por una cantidad no revelada con otros dos acusados: el propietario de la atracción y el parque.

La muerte del adolescente ha impulsado reformas de seguridad en Florida, donde se encuentran algunos de los parques de atracciones más famosos del mundo. De hecho, el gobernador del estado, Ron DeSantis, firmó la ley Tyre Simpson en mayo de 2023.