Con el calor del verano, lo normal es recurrir al aire acondicionado para sobrevivir. Pero siempre surge la misma duda: ¿cuánto cuesta realmente? Y aunque es evidente que enfríar la casa tiene un precio, lo que muchos no saben es que no depende ... tanto del uso, como de otro factor que suele pasar desapercibido.
Sobre este tema ha hablado Andrés Gil, experto del sector energético y portavoz de Octopus Energy. Según explica, uno de los puntos clave de la factura es la potencia contratada, un término técnico que, aunque suele pasar por alto, puede representar hasta un 30 % del importe mensual. «No hace falta apagar el aire para ahorrar. Lo importante es revisar la potencia que tenemos contratada, porque en muchos casos es más de la que realmente necesitamos», señala.
Esto ocurre porque durante años se recomendaba contratar más potencia «por si acaso», especialmente en una época en la que los electrodomésticos eran menos eficientes y era habitual que saltaran los plomos. Pero hoy, con equipos modernos y de bajo consumo, muchos hogares siguen pagando como si estuvieran en 2005. Y lo hacen sin saberlo, porque nadie avisa.
¿Cómo comprobar si estamos pagando de más?
Para quienes no saben cómo revisar esto, Gil recomienda usar herramientas como Lower Power, una web gratuita que analiza el historial de consumo y calcula si es posible reducir la potencia sin comprometer el suministro.
Para utilizarla, basta con introducir el código CUPS de la factura o subir el PDF, y el sistema hace el resto. «Incluye siempre un margen de seguridad, para no recomendar una bajada que pueda dar problemas», aclara el experto.
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