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Condenan a un dentista y su esclava sexual por secuestrar y torturar a un hombre

Lo que comenzó como un juego erótico consensuado se transformó en una experiencia aterradora que incluyó bofetadas, patadas y tirones de pelo

El Toba, el pederasta en serie de Valdeavero, condenado a 19 años de cárcel en su primer juicio

La víctima fue atraída al apartamento de la pareja bajo el pretexto de una reunión de meditación Pixabay

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La intimidad, en sus formas más variadas, es un terreno fértil para la exploración y conexión entre parejas. Los juegos sexuales, que abarcan desde lo lúdico hasta lo erótico, ofrecen una vía para experimentar la sensualidad y fortalecer los lazos afectivos. Sin embargo, ... en este viaje hacia la exploración íntima, emerge una piedra angular fundamental, el consentimiento. Más que un simple formalismo, el consentimiento se convierte en el pilar que sustenta la confianza y el respeto en el terreno de los juegos sexuales. En ese sentido, en el corazón de Milán, lo que comenzó como un juego erótico consensuado se transformó en una experiencia aterradora, arrojando una gran sombra sobre el ámbito de las prácticas sexuales consensuales. Angelo Tina, un dentista, y su pareja, Laura Colombo, han sido condenados por el secuestro y abuso de la expareja de Colombo, desdibujando la línea entre consentimiento y coerción.

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