Acude al médico por un dolor de cuello y le detectan una bacteria carnívora que le deja parapléjica

Todo comenzó el pasado verano cuando Karen empezó a experimentar molestias en la zona cervical que ella achacó a su trabajo como limpiadora y el esfuerzo físico que dicha tarea supone, por lo que no le dio excesiva importancia.

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M. L.

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Sin embargo, un día comenzó a perder la sensibilidad en brazos y piernas por lo que fue llevada por su familia a urgencias. Allí, tras el primer examen, los médicos detectaron la bacteria que estaba actuando de manera rápida y había dañado ya los nervios, el tejido y los huesos que rodeaban su columna.

Inmediatamente, Karen fue llevada a quirófano para ser sometida a una cirugía con el objetivo de drenar los abscesos que comprimían su médula espinal. Tras ella se fue para su casa porque, según los médicos, había sido un éxito. Pero se equivocaban.

Apenas tres días después, la mujer tuvo que volver al hospital por dificultades para respirar, lo que llevó a los médicos a descubrir que la infección bacteriana seguía avanzando y 'comiendo su cuerpo' en dirección hacia zonas más altas de la espalda.

Y en ese momento los médicos plantearon el crudo escenario al que se enfrentaban: había que operar para intentar que volviera a respirar por ella misma pero la operación tenía un 90% de posibilidades de salir mal.

La familia decidió correr el riesgo y finalmente el final fue feliz. Karen ha perdido la movilidad de sus extremidades inferiores pero está viva, respira por sí misma y la bacteria es el pasado.

Ahora acude a fisioterapia con regularidad y se adapta a su nueva situación, asumiendo que estuvo a punto de perder la vida y aprovechando el haber vuelto a nacer.

«La fascitis necrosante es una infección bacteriana rara que se propaga por el cuerpo rápidamente y puede causar la muerte. Para detener la infección es importante que se haga el diagnóstico exacto, se le dé pronto tratamiento con antibióticos y se opere a la brevedad. Vea a un médico de inmediato si al poco tiempo de una lesión u operación presenta enrojecimiento, inflamación, calor o mucho dolor en la piel», explican desde el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.