Oportunidad de oro ante el Schalke para que el Madrid rompa la maldición alemana

Las dos últimas eliminaciones en la Champions League llegaron en semifinales ante equipos germanos. La más reciente ante el Dortmund y la penúltima frente al Bayern. A eso se aferra el entrenador del Schalke, Jens Keller, en su discurso interno, aunque por aquí todo o el mundo sabe que esta vez todo es distinto porque la diferencia de nivel entre uno y otro equipo es evidente.

En Gelsenkirchen todo lo hablan con la boca pequeña: que si ellos están en buen momento, que si tienen buenas sensaciones y todo lo demás que se suele decir uno en su fuero interno para no desesperarse ante el reto. Sin embargo, la realidad es que el Schalke es un equipo discreto. Su mayor arma es la intensidad que suele poner en el juego en eventos importantes como estos. El fútbol colectivo y la presión serán sus valedores sobre el tapete del Veltins Arena, pero no parece que eso vaya a ser suficiente ante un Madrid que ha recuperado su mejor nivel y que se presenta con todo el grupo (menos Khedira) al completo.

El Madrid viajó ayer y Ancelotti se trajo a toda la plantilla, incluidos los dos laterales zurdos, que son la única incógnita del equipo. Marcelo y Coentrao han salido de una lesión. Ancelotti aseguró ayer que uno de los dos será titular y lo normal es que el brasileño juegue por la izquierda y para equilibrar la línea. En estas horas pasadas se había especulado con que Ancelotti podría recurrir a poner a Arbeloa en la izquierda, temeroso de que ninguno de sus laterales zurdos, recién salidos de una lesión, pudieran estar a la altura física en un partido que se prevé de una alta intensidad. Marcelo tendrá que estar atento porque por la banda derecha alemana va a entrar Farfán, que es muy rápido y uno de los mayores peligros del Schalke. El peruano es el máximo goleador del equipo con ocho goles (seis en casa y dos fuera). Boateng (6), y Szalay y Meyer le siguen en efectividad (5).

El resto del equipo está cantado con Casillas en la portería, Carvajal,Pepe y Ramos en defensa. En el medio estarán Modric, Xabi Alonso y Di María y arriba la BBC: Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo. Un caso especial en el partido va a ser Cristiano. En el entorno del Madrid hablan y no paran de que el portugués ha parecido un león enjaulado estos días. Estaba en racha goleadora y la absurda sanción de San Mamés le ha parado en seco. Además, ha visto cómo Ibrahimovic, con sus goles ante el Leverkusen, le superaba (el sueco lleva diez por nueve del portugués), por lo que ya no es el máximo goleador de la Champions, algo que irrita profundamente al madridista.

En el Schalke hay muchos problemas. Su defensa que, de por sí es la línea más floja del equipo (ha recibido 30 goles en 22 partidos), tiene bajas importantes como Uchida, Papadopoulos y Howedes. Hoy quizás pueda recuperar a este último, pero está en el mismo caso que Draxler. Podría jugar pero a menor ritmo que el resto.

Julian Draxler, 20 años, es la máxima figura del Schalke. Rápido, habilidoso, con gran visión de juego y llegador, es una joya en potencia del fútbol alemán. Sin embargo, ha estado más de un mes lesionado y solo la pasada semana pudo entrenarse con el grupo. Ante el Mainz salió media hora, pero se le vio fuera de forma. Además, por aquí se rumorea que el mes pasado pudo haber firmado un precontrato con el Arsenal y los ánimos están algo alterados. Es más que posible que su sustituto, el joven Meyer, 18 años, sea hoy titular.