Y es que para Aitor, la cita seleccionada por el equipo de Carlos Sobera, de la misma edad que ella y procedente de Cataluña, es fundamental la manera de expresarse y lo que se comunica. Es tatuador y eso lo ha llevado a viajar por todo el mundo, algo que comparte con Yuliya. Es así que ya, sentados a la mesa, mostraron mucha conexión, pese a que la joven le dijo que no solía conectar con «los chicos de mi edad, porque los que he conocido son muy niños». Siguieron conversando y se fue dando la conexión.
Hablaron sobre hobbies, aficiones e historial amoroso. Han coincidido sobre todo en que son dinámicos y activos. Yaliya le explicó que trabaja de lunes a viernes y que los fines de semana hace «contenido para la empresa de mi madre, a la que estoy ayudando». Esto le ha gustado a Aitor, el comprobar que «ambos llevamos varias cosas a la vez. Creo que eso, desde mi punto de vista, es algo a favor y me gusta».
La conversación siguió fluyendo y llegó el momento del flechazo. Ella le dijo a él algo que lo dejó en shock, que terminó de conquistarlo, una confesión que ha compartido con Aitor y que, al menos para él, hizo que la balanza se acercara más al sí a una segunda cita que al no. Yaliya, hablando sobre temas laborales, le ha referido que tiene claro cuál es su sueño: «Yo quiero ser mi propia jefa. No quiero trabajar para nadie. No me veo ahí, la verdad. Con el tiempo estoy pensando y decidiendo qué tengo que hacer para llegar a ese punto, tengo varias opciones y no se cuál elegir de todas».
Aitor ha compartido que él tiene ese mismo objetivo y ha dicho a los redactores del programa, en la sala privada, que considera que el hecho «de que la otra persona tenga la misma manera de ver las cosas que tú es importante para crecer». Ambos así se han mostrado conectados y han sido claros a la hora del veredicto final: habrá segunda cita.
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