Lo nunca visto en 'Masterchef': los jueces reculan y dan una segunda oportunidad a una aspirante expulsada injustamente

La 11ª promoción de aspirantes anónimos es por el momento la más explosiva en los casi diez años de historia del formato. Desde una controladora aérea o un creador de contenido de TikTok, pasando por una jueza, un exfutbolista profesional, l a hermana de un ex piloto piloto de Fórmula 1 , y el que más ha llamado la atención, un sacerdote.

El fraile dominico, Fray Marcos, puso la primera nota surrealista a la noche. Vestido con el hábito, bendijo el plató de 'MasterChef' , a los aspirantes y a sus jueces. «Ahora sí. Le confieso que, vestido así, soy incapaz de mentirle», apuntó Pepe Rodríguez . Para Álex , finalista de 'MasterChef Junior 4', «está bien tener un cura en la casa para confesar los pecadillos».

Bien les viene la tranquilidad y el talante conciliador que aporta a la casa Fray Marcos para lidiar con las primeras tiranteces en la convivencia, pues ya han surgido. Jotha , el DJ castellanoleonés, admitió tener una manera muy brusca de despertar a sus compañeros, «dando puñetazos a las habitaciones». Larraitz fue la primera en estallar ante las formas tan brutas de su compañero, y si en el primer programa protagonizaron los primeros desencuentros de la edición, en la segunda entrega confirmaron que siguen sin entenderse. Tampoco parecen tener intención, dado que él se refiere a la vizcaína como 'urraca'.

Del plató se trasladaron hasta Toledo, donde afrontaron la primera prueba de exteriores de la undécima edición. Pep e, emocionado de estar en su tierra, apareció luciendo el atuendo típico de la localidad toledana de Lagartera. Pero a Luca no le gustó y así se lo hizo saber, demostrando que viene a 'MasterChef' dispuesto a servir polémica. «Ese estilismo...esos colores. No le pega nada. Parece un poco cutre», opinó.

El chef hizo caso omiso a las pullas del controvertido 'tiktoker', oficialmente uno de los concursantes que más está dando que hablar entre los televidentes tras llamar aburrido a Jordi Cruz en los castings. Y es que el barcelonés se está mostrando tal cual es en la plataforma, donde acumula más de 600k de seguidores y unos cuantos videos muy virales. Solo hay que recordar el video en el que presume junto a su prima de ser ricos o ese el que se pone a llorar cuando su madre le regala un iPhone por sacar buenas notas.

La mofa hacia el chef de Illescas no llegó a más, pero las rencillas de la casa pasaron factura en el cocinado. Los equipos debían cocinar en la capital de Castilla La-Mancha un menú de alta categoría para 160 comensales firmado por el chef Adolfo Muñoz (un sol Repsol).

Quiso el azar que Jotha acabara compartiendo grupo con Luca , con quien tampoco encaja. Por eso, el creador de contenido se dio por aludido cuando su compañero dejó caer que había ciertos concursantes con quien no tenía una relación demasiado fluida. «No sé a quién se va a referir la verdad. Si se refiere a mí, a mi me da igual, eh. Ya te lo digo. Hay cosas suyas que no me las creo, pero que ya está», comentó delante de este a petición de los jueces.

En un total a cámara, ya sin la presencia del DJ, el barcelonés terminó de despacharse a gusto. «La verdad es que no me creo a Jotha , porque me parece una persona así bastante como 'falsi'. Es como que delante de cámaras aparenta ser así como buena persona, que él no dice nada, y fuera es como que quiere crear mal rollo. Lo siento, pero no, es que no hay 'feeling'. No, lo veo muy falso y ya está».

Por suerte para ellos todo el equipo supo remar a favor del cocinado, ganaron la prueba y se salvaron de ir a la eliminación. De vuelta a plató, el jurado retó a los delantales negros a trabajar con un presupuesto muy muy ajustado: 70 euros para gastar entre todos. Marta , la mejor concursante de la primera prueba de exteriores decidió el orden de entrada al supermercado.

La más perjudicada resultó Rachel, que se quedó sin presupuesto y tuvo que elaborar su plato con básicos. Ante semejante desafío, la estadounidense se derrumbó en mitad del cocinado. Consiguió sacar adelante unas tortitas, pero pese a todo en la cata recibió una malísima valoración de los chefs. «Ahí no hay nada».

Su expulsión no pilló de sorpresa. Sin embargo, tras admitir estar «enfadada, triste, decepcionada» y tachar de injusta su marcha, sucedió algo completamente inesperado e insólito. « Rachel , nosotros también consideramos que podrías hacerlo mejor, por eso te vamos a dar una segunda oportunidad. Tendrás que jugarte la permanencia y ser concursante de pleno derecho con Carla e Israel, dos delantales negros del casting».

La estadounidense se decantó por elaborar pasta fresca con los mismos ingredientes. No obstante, desaprovechó la oportunidad. «La pasta se podría haber disimulado el grosor y su cocinado. Esa bechamel que has hecho tiene la harina sin cocinar. Es una salsa tosca que sabe a harina cruda», criticó Jordi . Así que, ya sí, R achel se convirtió en la segunda expulsada mientras que K arla se incorporó como aspirante de pleno de derecho.