La «agobiante» anécdota de Susanna Griso en un búnker

Durante la entrevista a Carolina de Agustín, propietaria de una empresa de búnkeres, Susanna Griso se interesaba por conocer el perfil del cliente. «¿Qué tipo de gente es?», preguntaba la presentadora de 'Espejo Público'. «De toda clase», respondía de Agustín, que añadía que iba desde gente que se había comprado «un terreno y lo quería construir ahí» o personas que tenían «una cochera» y pensaban meterlo «ahí». La propietaria de la empresa de búnkeres destacaba que en estos momentos la demanda se había incrementado mucho, por lo que estaban «a tope de pedidos».

«Venimos de hace dos años, de antes de pandemia. Ya poco antes nos llegaron llamadas», apuntaba Carolina de Agustín. «Por Dios». espetaba Susanna Griso , sin dar crédito a lo que escuchaba.

Tras la entrevista, la presentadora de 'Espejo Público' comenzó a debatir con sus colaboradores sobre este tema. Óscar Castellanos dio el apunte que en Suiza los búnkeres son obligatorios y ahí fue cuando Susanna Griso le cortó para contar una anécdota.

«Perdóname la anécdota, pero yo con 12 años me fui a dar un curso de baile e interpretación a Suiza (Ginebra) y nos instalaron a todos los alumnos en un búnker nuclear y estuvimos allí 15 días, que yo como no tenía ni idea, no me lo habían dicho previamente, al principio estaba sorprendidísima y era muy agobiante, era muy asfixiante. Tienes que pasar por esas duchas y estaba todo previsto para que en caso de amenaza nuclear tuvieses las medidas para desinfectarte», relató Susanna Griso, que también desveló cómo los suizos reciclan estos espacios. «Y ellos las reciclan, hacen un uso albergue, congresos y ocupaciones de este tipo», señaló la presentadora de 'Espejo Público'.