Chicho Ibáñez Serrador y el sueño eterno de recuperar «Un, dos, tres»
El director de cine y televisión, que hoy cumple 77 años, escribe casi a diario y prepara otros dos proyectos, además del programa
J. E. ARENAS, F. Marín
Chicho Ibáñez Serrador cumple hoy 77 años. El maestro puede tener achaques, pero sus traviesas neuronas corretean a toda velocidad entre los sólidos muros que preservan su cerebro e incluso más allá, en los límites de una imaginación que se mantiene fértil. Chicho ... lee todos los días, no ha dejado de escribir (hay incontables «Historias para no dormir» ) nunca llevadas a la pantalla) y mantiene su amor por el cine.
Al director de «¿Quién puede matar a un niño?» y «La residencia» (durante muchos años el título más taquillero en España) le gusta ver películas por las noches. No sólo revisa clásicos en su proyector, sino que le gusta salir y ver los estrenos más destacados, en ocasiones dos seguidos en alguna multisala. La prueba de que su espiritu crítico sigue en forma son sus comentarios nada complacientes a una cinta que no podía perderse, «El enigma del cuervo» , en la que John Cusack da vida a Edgar Allan Poe. La película le defraudó , sin embargo, ya que entre otros defectos «desvirtúa la muerte» del escritor.
Al mismo tiempo, nunca pierde la esperanza de ver cómo resurge de nuevo el mítico «Un, dos, tres» , programa que cumplió 40 años el pasado mes de abril. «Algún día tiene que salir», asegura, aunque ahora mismo no es la prioridad de su productora, Prointel. Antes quiere poner en marcha dos proyectos , uno de los cuales negocia con Televisión Española y el otro con varias cadenas.
Su hijo Alejandro, por otro lado, prepara un documental sobre chamanes con un importante componente de terror. En agosto empezarán los preparativos en México y en Haití.
Por lo demás, el legado de Chicho sigue mereciendo premios y homenajes. Hace dos años recibió del Ministerio de Cultura el premio a toda su trayectoria, en 2009 acudió personalmente al tributo que le rindió la Seminci de Valladolid y en marzo fue uno de los «tesoros vivos» homenajeado por la Academia de Televisión . ç
Además, ahora tiene a Blanquito, un perro que le hace compañía y con el que está «encantado». Tan bien se entiende con él que la mascota parece a un actor preparado para su próxima película. Pero su auténtica debilidad son sus tres nietas, que lo llaman «abuelo Chicho». «No soy sentimental», dice, «pero sí noto el agradecimiento de la gente» .
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