Juego de Tronos 7x01
El detalle oculto del regreso de «Juego de Tronos» que sentenciará el resto de la temporada
La última vez que vimos a Jorah Mormont fue en busca de la cura de psoriagrís, pero es Sam quien la ha encontrado
[¡Cuidado! Este artículo contiene spoilers del último capítulo de «Juego de Tronos»]
La séptima temporada de «Juego de Tronos» ha vuelto con un capítulo que, para muchos, cuenta poco. Sí, tiene un arranque de infarto donde vimos a Walder Frey envenenar a sus hombres más cercanos. ¡Ah, no! Que era Arya Stark haciendo de las suyas. Fuese quien fuese, por fin llegó la venganza de la «boda roja». Aún así ha sido la única escena que nos ha dejado pegados a la silla ya que el resto del capítulo sirvió para recordarnos dónde y cómo están los personajes más importantes de la ficción de HBO. Cersei sigue en Desembarco del Rey ideando su ambiscioso plan, Daenerys llegó a Rocadragón, Nieve sigue intentando calmar las aguas por el Norte y el Perro se unió a la Hermandad sin Estandartes.
Sin embargo, en sus casi 60 minutos también reveló un par de secretos, escondidos a primera vista, que podrían condicionar el futuro de «Juego de Tronos» . Mostraron la decepción de Samwell Tarly –Sam para nosotros– en Ciudadela al darse cuenta de que su preparación para ser Maestre no está siendo tal y como él pensaba. Allí, se dedica a asistir a los más expertos y a limpiar las estancias de los enfermos. Una secuencia que, además de desagradable, nos recuerda a las escenas más crudas del director Darren Aronofsky como los «brotes» de los personajes de «Requiem por un sueño». Pero, detrás de tanta parafernalia, no había nada de información . Eso llegó justo después.
Sam, cansado de las tareas asignadas y haciendo un pequeño guiño a Harry Potter, desobedeció a sus superiores al acceder a la parte restringuida de la biblioteca , aquella que solo está disponible para los maestres juramentados. Una vez dentro, encontró información sobre de los caminantes blancos y cómo acabar con ellos. En su búsqueda, descubrió los dos de los elementos más importantes para matarlos: vidriagón y acero valirio . Ya los hemos visto en acción a este par de materiales. El primero es del que estaba hecho el arma con el que Sam mató a uno de los caminantes, y el segundo, con el que está hecha la espada de Jon Nieve.
Estas líneas (sí, hay que ser muy observador) aseguran que el vidragón era usado para muchas más cosas de las que nos podemos imaginar. Con él se creaban armas, ornamentos decorativos, muebles, edificios e, incluso, se utilizaba como medicina .
«(...) consideraban la piedra sagrada/ (...)para usos aracanos./ (...)Sea cual sea el caso, en los mares orientales/ (...) velas y amuletos fabricados usando la piedra./ (...) Incluso hay relatos que hablan de los menos afortunados/ (...) aquellos que consideraban el vidriagón la cura para/ (...) en sus trabajos más importantes relacionados a enfermedades (...)»
¿Qué podría suponer esto? El vidragón podría ser la cura de la enfermedad más severa de «Juego de Tronos» , la psoriagrís . Sí, esa de la que se contagió Ser Jorah Mormont la temporada pasada. A causa de dicha enfermedad, tuvo que alejarse de Daenerys Targaryen, no sin antes prometerle que volvería a su lado cuando encontrara la cura. Pero ¿dónde está Jorah? Os dejamos una pista:
Todo apunta a que el brazo afectado por psoriagrís era el de Jorah Mormont (y si no tenía una voz muy parecida). Esto implicaría que estaría en la Ciudadela así que Sam podría ayudarle a curarse. La solución a este problema parece fácil, sin embargo, ninguno de estos dos materiales abundan. Pero no está todo perdido. En las páginas de estos libros, Sam pudo descubrir dónde hay una inmensa mina de vidriagón que ha pasado desapercibida durante los últimos años.
«Los Valirios estaban familiarizados con el vidriagón antes de llegar a Westeros. Lo llamaban ———, lo que se traduce como “Fuego Helado” en valirio y existen textos que dicen cómo usaban a sus dragones para disparar llamas al vidriagón hasta que se fundiera para moldearlo. Los valirios lo usaban para construir sus monumentos y edificaciones sin las juntas y uniones de los castillos modernos. Cuando Aegon el conquistador forjó sus Siete Reinos, tanto él como sus descendientes solían decorar sus espadas con vidragón, dado que sentían una especie de parentesco con la piedra. La moda real basada en los ornamentos hechos de vidragón se hizo tan conocida llegó a todos los reinos, o al menos a los ricos que podían pagarla (...)».
Es decir, el vidriagón era algo muy importante para los valirios porque eran los únicos que podían moldearlo y forjarlo gracias a sus dragones. Por eso y porque vivían justo al lado de un depósito gigantesco de la piedra en... Rocadragón , región natal de los Targaryen a la que, casualmente, acaba de llevar Daenerys en este primer episodio de la séptima temporada de «Juego de Tronos» .
¿Qué puede suponer esto? De estar en lo cierto, no solo podría propiaciar el reencuentro entre Ser Jorah Mormont y Daenerys Targaryen (a ver que le parece a Jorah lo atento que se está volviendo Tyrion con la Khaleesi ), también sería motivo de encuentro entre la madre de los dragones con Sam y, quizá, con Jon Nieve. Habrá que esperar hasta los próximos capítulos para descubrirlo. Mientras tanto, os dejamos el adelanto de la segunda entrega de la última temporada de «Juego de Tronos» .
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