La ventana indiscreta
Dragones excomulgados
Cada vez está más extinguido eso del renglón torcido, el verso suelto, y lo que abunda es lo común, lo corriente
Madrid
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Iniciar sesiónA veces me pasa que voy por la calle y veo siempre las mismas caras. Da igual si camino lento o rápido, si estoy en mi barrio o en el del vecino, la gente pasa de largo con sus alegrías y sus problemas y yo ... soy incapaz de distinguir a unos de otros. No sé si soy yo que camino demasiado y veo regular o que mi mente me está jugando una mala pasada pero cada vez está más extinguido eso del renglón torcido, el verso suelto, y lo que abunda es lo común, lo corriente. Antes ser mediocre era no ser una cosa ni la otra, ahora directamente es ser ambas. Lo decía con algo de esa retranca gallega un profesor mío del colegio: «Sodes como borregos». Porque sí, parece que está mal visto si te sales del rebaño, sino pisas por donde lo hace el resto.
Luego pasa que claro, viene una Candela Peña y desentona diciendo una burrada y se arma la mundial, o va Hovik, con sus casi dos metros, poeta, boxeador, actor y peculiar donde los haya y por decir que borra acotaciones casi lo borran a él. Si hubiera nacido en el siglo XVI y tuviera una estatua por sus conquistas ya le estarían decapitando.
Corren tiempos oscuros... tanto que la gran novedad de este 2024 pasa por estrujar los ya conocidos universos literarios de 'Juego de tronos' y 'El señor de los anillos' y rascar algo de épica poniendo a competir en todo a 'La casa del dragón' y 'Los anillos de poder', como si no conociéramos a las pseudoDaenerys y a los Sauron por mucho que cambien de peluca y de piel. ¿Que se anuncia 'teaser' o fecha de estreno? Coge el dragón más grande o la espada de Aragorn y sujétame el cubata.
Decía Meryl Streep en una masterclass en el festival de Cannes que lo que le interesa es la gente que no es como ella. Por eso pone acentos, por eso prueba. Por eso arriesga. Por eso gana.
Claro que Meryl Streep solo hay una, como reconoció con lágrimas Juliette Binoche al entregarle la Palma de Oro de Honor, pero aquí en España al menos tenemos a las clarisas, que podrían pudrirse de aburrimiento en su convento haciendo dulces y bufandas solidarias para evitar que a las novias les llueva el día de su boda pero les ha dado por montar un cisma, por salirse del carril que marca El Vaticano. A veces, aunque pequemos de cautos, la realidad nos regala extraordinarios casos ordinarios.
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