Actor
Quim Gutiérrez: «Me gustan los papeles que me exigen esfuerzo, si no me aburro»
El actor rompe con todos los clichés: es divertido, natural y muy cercano
En un ambiente bucólico. Bajo el cielo rojo de un atardecer en el centro de Madrid. En un cóctel en la azotea del Hotel Índigo de Gran vía, el actor Quim Gutiérrez , de 36 años, célebre por películas como «Primos» o «La gran familia española», habló –entre otras cosas– de sus inicios como actor, de sus razones para serlo y de los intérpretes con los que siente más química.
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En un evento posible gracias a «Cooltural Plans» , el actor comenzó hablando de su última película «La niebla y la doncella» , un thriller basado en la novela de Lorenzo Silva , donde interpreta al agente Bevilacqua de una forma muy personal, distanciándose del rol que cumple el guardia civil en el libro. Respecto al filme, que narra la historia de un asesinato de un joven en la Gomera (Islas Canarias) que quedó sin resolver, aclaró que la máxima dificultad a la que se enfrentó el equipo fue «cumplir con las expectativas» que se esperaban de la misma, ya que el libro fue un éxito absoluto.
En una actitud muy familiar y cercana, que rompe los tópicos, Quim habló de «Primos» , una comedia de Daniel Sánchez Árevalo donde le dejan plantado en el altar. Hacer comedia de esa situación le resultó complicado: «Para interpretar emociones recuerdo las que ya ha vivido en mis propias carnes, por lo que pensar en esa situación en la vida real me ponía triste ». No obstante, afirmó que se lo pasaron «muy bien» durante el rodaje con Raúl Arévalo y Adrián Lastra : «Fue como un campamento de verano, estábamos todo el día juntos», declaró entre risas.
Inicios en la interpretación
Paradójicamente, sus inicios en la interpretación tienen relación con Pasqual Margall , exacalde de Barcelona. Cuando un pequeño Quim Gutiérrez le veía dar discursos en televisión, le sorprendía que todo el mundo le escuchara y prestara atención, por lo que decidió que «quería ser como ese hombre». Y sin seguir la vía política, lo ha conseguido.
Declarado fan número uno del director francés Jacques Audiard , el actor reconoció que muchas veces ha escrito sus propios «gags» cómicos para las películas en las que participa, que elige «en función del guión, del director y del resto del reparto». El actor de «Azul oscuro casi negro» , cinta por la que ganó un Goya a mejor actor de revelación , reconoció que «pocas veces» ha sido capaz de ver esta película entera debido a que la inseguridad que refleja el personaje, es la misma que sintió el propio artista durante una etapa de su vida. Razón por la que no le trae buenos recuerdos.
A la pregunta de «¿Con qué actor o actriz sientes más química ?», Quim desveló los nombres de Inma Cuesta , Roberto Álamo , Marta Etura , Veronica Echegui o Hugo Torres (un niño con el que ha trabajado para la nueva serie que lanzará a finales de año) aclarando que «sentir química» significa que «los gestos salen de forma natural», aunque estén previamente escritos en un guión.
El intérprete, que reconoció que no sería director de cine porque le costaría «mucho esfuerzo luchar tanto por una idea» como para llegar a hacerla realidad, también confesó que tiene una relación de amor-odio con el teatro, y que si no ha participado en más obras es porque al tiempo de estar interpretando el mismo papel se siente «encasillado», aunque por otra parte reconoció que le priva recibir en directo las reacciones del público.
A pesar de «haber tenido momentos de querer dejarlo», el balance de su carrera en la interpretación es positivo. «Es una profesión dura porque tienes que proyectar una imagen de seguridad que muchas veces no tienes. Pero he aprendido a volverme flexible, y la sensación de no saber qué va a ser de mí en un futuro, cada vez lo llevo mejor».
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