Luc Besson: «La opositora birmana Aung San Suu Kyi es una soldado del amor»
Hace unos años la actriz malaya Michelle Yeoh («Tigre y Dragón») contactó con Luc Besson para que produjera una película sobre la líder opositora birmana Aung San Suu Kyi
GLORIA SCOLA
Hace unos años la actriz malaya Michelle Yeoh («Tigre y Dragón») contactó con Luc Besson para que produjera una película sobre la líder opositora birmana Aung San Suu Kyi. El cineasta francés, director de «El gran Azul», «León: el profesional», «El quinto elemento» o «Nikita», ... quedó tan cautivado con el personaje que decidió dirigir el filme. Ahora, en «The Lady», con la propia Yeoh encarnando a la premio Nobel de la Paz de 1991, y junto al actor británico David Thewlis (quien interpreta a su marido, el profesor Michael Aris), Besson narra la extraordinaria historia de ambos. Esta activista de nombre imposible de recordar, e hija de Aung San, héroe nacional en su país, vivió en Inglaterra, se casó con un profesor con el que tuvo dos hijos, en 1988 volvió a Birmania (hoy, Myanmar) para visitar a su madre moribunda, y fue entonces convencida por otros opositores al régimen militar para que liderara un movimiento demócrata. En 1990 ganó por aplastante mayoría unas elecciones que los militares —en el poder, desde 1964— ignoraron. Fue encarcelada, después sufrió arresto domiciliario —en 1996— y finalmente fue liberada por el Gobierno el pasado 13 de noviembre. Pero, todavía hoy, con 66 años, no goza de plena libertad (ni siquiera dispone de correo electrónico), aunque, gracias a su infatigable lucha pacifista, el país del sureste asiático parece avanzar lentamente hacia un cambio.
—¿Conoció a Aung San Suu Kyi?
—Sí, pero tan solo hace dos meses. Y me resultó muy raro, porque durante cuatro meses de rodaje en Tailandia —aunque también se grabaron algunos planos en la ciudad birmana de Rangún—, y casi en secreto, vivimos en una casa que era la réplica a la suya. El mismo piano, las mismas fotos en la pared… Cuando fui a su casa ¡me parecía que ella había copiado a Michelle (Yeoh)! Fue muy cálida. No hablaba de sí misma, sino que me preguntaba por mi familia, mis amigos… Y a la media hora le dije: «Pero ¿cómo está usted?» Había estado bajo arresto domiciliario durante muchos años y nunca se quejó. Y acababan de liberarla. Me dijo que estaba bien. Lo que he visto es que los birmanos nunca se quejan, porque, si lo hacen, es una forma de mostrar a los militares que han ganado.
—¿Cómo se tomó el hecho de que se hiciera una película sobre ella?
—Ella y su familia dieron la autorización para que se hiciera. Hace un tiempo dijo en un periódico: «Utiliza tu libertad para hablar de la nuestra»: Lo que quiere y necesita es que la comunidad internacional, los artistas y la prensa, se hagan eco de ella y de la situación de su país. Ella aboga por la no violencia, está sola, no se le permite hacer política, no puede hablar de política y modificar el pensamiento de la gente, así que ¿qué puede hacer? Necesita a todo el mundo. Le alegraba que hiciéramos la película porque a ella le encanta la libertad, así que sería la última persona en poner objeciones al contenido del filme. Elegí la canción «Soldier of Love» en los créditos finales porque parece estar escrita para ella. Refleja exactamente lo que es Aung San Suu Kyi.
—¿Y la ha llegado a ver?
—No. Y no creo que la dejen verla. A Michelle (Yeoh) las autoridades ni siquiera le permiten volver al país. Los que sí la han visto han sido algunos miembros birmanos del equipo, y desde la primera secuencia empezaron a llorar. No solo por la emoción, sino porque nunca habían visto su país en una pantalla.
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