El español que pone música a lo nuevo de M. Night Shyamalan

"La música apela a lo irracional y no hay nada más irracional que el miedo", explica el músico, nacido en Getxo (Vizcaya) hace 34 años, y que vuelve a poner los pelos como escarpias al espectador en esta película, en la que entró como sustituto de nada menos que James Newton Howard.

El compositor habitual de Shyamalan dejó hueco para que Velázquez se hiciera cargo de "un juguete como éste", en el que combina los esquemas clásicos de la música para un susto con aportes personales y que le ha hecho disfrutar "como si fuera la función de Navidad del cole".

"La música de las películas de género tiene su truco, pero también están abiertas a una creación muy especial", reconoce, y no en vano, algunas de las partituras más célebres de la historia del cine han acompañado al terror, como la que creó Bernand Herrmann para "Psicosis" o la de Jerry Goldsmith para "La profecía".

"Las mejores bandas sonoras se hacen cuando la película es buena", asegura quien comenzó su coqueteo con la música amarrado un violonchelo y se enorgullece de haberse rodeado siempre de "amateurs venidos a más" que le hicieron vivir la composición como un disfrute más que como una profesión.

Con la música de "Lo imposible" -lo nuevo de Juan Antonio Bayona- ya compuesta , en "La trampa del mal" Velázquez es "el único no americano de toda la producción". Había trabajado para otras películas como "Savage Grace", pero "como parte de la cuota de coproducción española, no especialmente por ser yo", asegura.

Vázquez, que asegura que este trabajo le ha abierto las puertas del mercado estadounidense , no tiene intención de desvincularse del cine español. "No lo digo yo, lo sabe todo el mundo, que aquí hay compositores fantásticos como Alberto Iglesias, Roque Baños, Alfons Conde o Arnau Bataller, y seguro que me estoy dejando alguno", dice.

A pesar de todo, el también compositor de la música de "La zona", de Rogrigo Plá, no se reconoce "especialmente aficionado a las bandas sonoras" . Destaca a bote pronto las partituras de "Lo que el viento se llevó", de Max Steiner, "Cinema Paradiso" y "La misión", de Ennio Morricone, o incluso "La sirenita", de Alan Menken, entre sus favoritas, aunque también señala a un gran maestro en España: el recientemente fallecido Augusto Algueró . "Es una pena que no diera clase. Cuando escucho sus arreglos me quito el sombrero", afirma.

Sin embargo, lo que más le gusta del cine es "formar parte de un equipo muy grande en el que el músico es solo uno más del engranaje", asegura. "Aunque eso no quiere decir que no tenga ego", bromea.