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EL RECUADRO

Michelín, no, por favor

Las verdaderas estrellas Michelín son las que cada uno de nosotros da a sus restaurantes preferidos y frecuentados

La cocina de los chef está en las antípodas de la cocina más tradicional RAÚL DOBLADO
Antonio Burgos

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Hay que ver, la moda de los chefs... Los chefs nos invaden. Nos tienen rodeados, con sus platos cuadrados, sus servilletas amarradas con guitas, sus bandejas planas de pizarra, sus camareros de negro riguroso, sus cocinas abiertas a los comedores, sus platos echando humo, pero ... no del horno o de los fogones, sino de extraños gases. ¿Y la deconstrucción? Conocíamos la construcción, honrado gremio de albañiles, maestros de obras y promotores, hasta que llegaron los chefs con todo lo contrario: la deconstrucción. Que es acabar con el cuadro de lo clásico. ¡Qué daño están haciendo los chefs a la cocina tradicional, especialmente a la sevillana! ¿Cómo puede deconstruirse una ración de ensaladilla? Pues se puede, y lo hacen, y ganan con ello fama y fortuna, y salen en la tele, y son tan famosos como los futbolistas o las estrellas del corazón. Nunca los cocineros fueron tan importantes como hoy en España, que hasta copan las horas-punta de las televisiones. ¿Qué interés tiene un tío picando cebolla? Pues debe de tenerlo, porque tú sacas en un programa de TV a un señor picando cebolla, y tiene más audiencia que el programa al que tuvo que renunciar el gran Carlos Herrera. Y eso que Herrera guisa bien. Pero ese fue su error televisivo: no hacer un programa en TVE relacionado con esos arroces que hace para los amigos en sus casas de Sevilla, Sanlúcar de Barrameda o El Rocío. Como Bertín. Bertín es famoso ahora y sus programas televisivos tienen audiencia porque se ha metido en la cocina...

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