Pásalo
Los Balbo
Hemos perdido la batalla de la seguridad. Y ganado la del humanitarismo.¿Y eso garantiza la inviolabilidad de Ceuta
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCádiz, al igual que Roma, concentraba entre sus estrechos límites el mayor número de familias poderosas en época republicana. Una de aquellas familias, pura pata negra de la oligarquía local, eran los Balbo. Esta familia fue una de las más poderosas y ricas de Hispania. ... Tanto Balbo el Mayor como Balbo Minor, tío y sobrino, alcanzaron autoridad, prestigio y capitales con los que comprar medio mundo gracias a su flexibilidad mental para separar las filias ideológicas de los intereses comerciales. Hoy figurarían entre los tops de la lista Forbes de millonetis. Esa flexibilidad mental los llevó, en las guerras entre Pompeyo y César, a trabajar para ambos bandos, no regateándoles a ninguno de ellos apoyo económico, naval, militar y abastecimiento en la cantidad que lo necesitaran. Muchos siglos después, en los años 30 del siglo pasado, un emprendedor mallorquín amasó una insultante fortuna sirviendo a los dos bandos en la guerra de África. El refranero sintetiza este modo de actuar diciendo que se le pone una vela a Dios y otra al diablo.
Schindler salvó a miles de judíos del Holocausto nazi sin dejar de trabajar y enriquecerse con el poderoso aparato económico del III Reich. Esa ductilidad mental, ajena al quijotismo hispano y refractaria al no nos moverán ideológico, ha llevado a Marruecos a ganarnos de largo la batalla de las influencias y los apoyos internacionales más potentes. En Ceuta hemos perdido algo tan valioso como la seguridad. Y hemos ganado la batalla humanitaria. Dicho de otra forma: si las gaditanas se hacían tirabuzones con las bombas que tiraban los gabachos, en Ceuta hemos convertido el cañón humano del feudalismo invasor en lágrimas solidarias por el comportamiento seráfico de las fuerzas desplegadas. Es posible que el mundo conozca mejor, a través de las imágenes de Laura y del Guardia Civil con un bebé en sus brazos, el desprecio absoluto que tiene la corte alauita por sus súbditos más desprotegidos y desesperados. Pero ¿eso garantiza la inviolabilidad de Ceuta?
Tendemos al quijotismo. Pero Marruecos se mueve infinitamente mejor en los círculos diplomáticos donde el humanitarismo se rinde al peso de los intereses económicos, estratégicos y geopolíticos. Y ahí siguen ganándonos pulsos, uno tras otro, porque algunos entendieron de formal fatal y suicida el mensaje de los Balbo y del mallorquín Juan March. A Marruecos no le ha importado en absoluto que la bestia negra del arabismo, Israel, la reconozca como Estado a cambio de que Washington, pese al look progresista de Biden, no haya rectificado ni una coma el reconocimiento que Trump hizo sobre el Sáhara occidental. Tan influyentes cancillerías están a favor de Marruecos. Entre el quijotismo y tirarse piedras sobre tu propio tejado el camino es corto. Y lo acaba de recorrer, con deplorable cartilla escolar, el simplismo de Podemos, pidiendo en plena crisis la autodeterminación del Sáhara. No se enteran de que el mundo no es una asamblea de facultad y que, entre Ceuta y el Polisario actual, no hay razón para olvidar quiénes son los nuestros...
Noticias relacionadas
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete