Vivimos como suizos
Islero
El reñidero español que analizó Franz Borkenau en 1937 nunca deja de evolucionar y sorprender
De pila (20/7/2023)
Breve encuentro (18/7/2023)
El sanchismo no ha acabado, pero 'The Blacklist' sí. Lástima. Hemos dicho adiós a Raymond Reddington, el criminal más divertido de la televisión. En la ficción creada por Jon Bokenkamp y producida John Eisendrat y John Davis, Reddington (James Spader), el hombre más buscado, ... se entrega al FBI ofreciéndose a detener a los más peligrosos delincuentes a cambio de inmunidad. Les ofrece una lista negra con monstruos que ni el FBI conoce. Aquí de pronto nos hemos encontrado con Ponsatí, la prima catalana de Bernie Eccleston. Ni se ha presentado en el FBI que no tenemos ni nos va a entregar a nadie. Mucho menos al prófugo Puigdemont. España no sería España si Puigdemont no tuviera las llaves de un nuevo Gobierno de Sánchez. Junts… café para progres. El reñidero español que analizó Franz Borkenau en 1937 nunca deja de evolucionar y sorprender.
Como Ponsatí, Raymond Reddington se ha venido a España a dar punto a la serie. Ahora voy a contar parte del final de 'The Blacklist'. Lo digo por los tiquismiquis del destripamiento.
Ha acabado el adorable criminal en España, por Sevilla, y con los Gipsy King cantando 'A mi manera'. Pero lo más alucinógeno de todo, y miren que ha habido chifladuras a lo largo de diez años de ficción, es el protagonismo de Manolete. Bueno, de Islero, el toro que lo mató. A ver, cuando estas series se vienen a España (también pasaba con 'Alias') vemos irrealidades por todos lados. Podríamos hablar de distopías. No sé, que los nazis ganaron. Pero no, lo que cuentan en 'The Blacklist' es falso, inexactitud, lo que quieran. Leímos ayer que el cráneo de Bethoven ha vuelto a Viena. Pues se supone que Reddington lleva muchos años guardando la cabeza de Islero y quiere que vuelva a donde pastan los Miura. No se nombra la finca Zahariche, en Lora del Río. Tampoco necesita el espectador ignorante tantos datos. Y cuando digo la cabeza de Islero hablo de la calavera. ¡Como si un toro bravo fuera un corzo o una cabra! Nos han contado que Islero fue también el nombre de un proyecto nuclear en la España de los 50. En 'Los ingenieros de Franco', Lino Cambrubí cuenta que el físico José María Otero Navascués asumió la responsabilidad de desarrollar la energía nuclear en España (ya estaba en la secreta Junta de Investigaciones Atómicas que se creó en 1948). Con sus idiomas y los contactos de Otero en Alemania, físicos como Werner Heisenberg o Karl Wirtz, que participaron en el programa nuclear nazi, pasaron temporadas en España como físicos invitados. ¿Y de esto no hacen series?
Vuelvo al Islero original, que 'Oppenheimer' nos está volviendo tarumbas. Que yo sepa, la piel de Islero está en el Museo Taurino Municipal de Córdoba. Y su cabeza, en La Maestranza. Pero hace diez años que suspendí la incredulidad para disfrutar a Raymond Reddington. Y lo mismo hago con la política española.