Humanismo cristiano

Aunque soy agnóstico, siempre he reivindicado el humanismo cristiano que, a mi modo de ver, concilia la lucha por la igualdad de la izquierda con el pensamiento católico comprometido con la defensa de la dignidad de todos los seres humanos.

La justicia social, término denostado por algunos, es la base del humanismo cristiano, el pilar sobre el que se asienta esta visión del mundo que defiende que la finalidad del Estado es el bien común. El filósofo que sostuvo estas convicciones con mayor vigor fue el francés Jacques Maritain, fallecido en 1973.

Maritain defendía la democracia parlamentaria y los derechos humanos en los turbulentos años 30. Se opuso con la misma firmeza al fascismo y al comunismo porque creía que negaban la libertad de cada individuo para elegir su vida. Era un libre pensador que, aunque muy influido por el tomismo, asumía que no es posible imponer las creencias propias a los demás.

A Maritain le llamaron 'el cristiano rojo' por su énfasis en la necesidad de repartir la riqueza y en poner la economía al servicio de los seres humanos. Para él, era más inaceptable la injusticia que el desorden. «La justicia es el fundamento de toda sociedad», escribió.

Estoy seguro que Illa, que estudió filosofía, ha leído a Maritain, a Mounier, a Garaudy y a otros pensadores cristianos que propugnaban que no es posible el progreso social sin la igualdad de oportunidades y una economía al servicio de las personas.

No hay nada mas ajeno al humanismo cristiano que el independentismo, especialmente el de Junts, que es esencialmente insolidario porque defiende los privilegios y la desigualdad. Ignoro cómo Illa, un político al que respeto y admiro por su talante, va a hacer posible esa declaración de fe con un nacionalismo que la niega.

La causa del humanismo cristiano exige la lucha contra todo tipo de discriminación lingüística, identitaria, territorial o de clase porque abraza la igualdad esencial de las personas. Eso es en lo que yo creo firmemente, entre otras razones, porque tuve una estricta formación católica.

Maritain criticó a quienes identifican al individuo con un ser abstracto, sin raíces y sin compromisos en favor de un concepto integral de las personas, subrayando que la redención sólo es posible en la fraternidad de todos los hombres. Me quedó con eso y espero que Salvador Illa, también.