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LA TERCERA

El Cerro de las Cabezas

«Prácticamente todos los topónimos prerromanos de la provincia de Ciudad Real son célticos sin más o precélticos. Desgraciadamente la única inscripción que se conserva aún no ha sido descifrada que yo sepa. Y tampoco sé si ha pasado bajo los sabios y penetrantes ojos de Patrizia de Bernardo Stempel, la mejor celtista que existe»

Nieto

Martín-Miguel Rubio Esteban

Afinales de 1988, en un día frío y ventoso, subí con mi amigo Eño por vez primera al Cerro de las Cabezas. Nos encontramos cerca de la cúspide a dos jóvenes estudiantes de arqueología, que acababan de terminar el bachillerato en el IES Bernardo de ... Balbuena, haciendo con afán ('studium') unas catas en aquel paraje misterioso, con una estructura claramente octogonal en la cima aplanada del cerro, que muy poco tiempo atrás el arqueólogo Martín Almagro había bautizado como un 'oppidum ibero' –sí, ibero, y no íbero, que ibero es palabra llana en latín y la eta del griego lo deja claro–. Aquellos dos estudiantes eran Javier Pérez Avilés y Julián Pérez Rivas, alumnos entonces del gran arqueólogo y humanista José Lorenzo Sánchez Meseguer. Javier, además de arqueólogo, es en la actualidad y desde hace ya muchos años el funcionario técnico de Cultura en el Ayuntamiento de Valdepeñas.

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