Suscribete a
ABC Premium

renglones torcidos

Iluminados

Los avatares del ser humano no se comprenden tan sólo a través de la idea de libertad

Mariona Gumpert

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cuánta sorpresa e indignación ante los últimos movimientos de Sánchez. Los «no se atreverá» o «no llegará a tanto» parecen una reedición del famoso «no pasarán» de hace casi un siglo. ¿Qué más tiene que hacer Sánchez para que muchos caigan del guindo? La mayoría ... de los analistas está en la inopia, dando palos de ciego. Lo deprimente es que la causa no radica en una suma de errores individuales ('errare humanum est') sino en los presupuestos de fondo con los que enjuician la realidad. Podrá usted detectar sencillamente a estos guías, confunden equidistancia con prudencia o verdad y sólo saben evocar (con gran vehemencia, eso sí) a Mill, Locke, Montesquieu o Diderot. En general no resulta recomendable estudiar al ser humano únicamente desde el punto de vista de unos cuantos autores encapsulados en una visión determinada del mundo. Si algo bueno tiene –o tenía– la enseñanza de la filosofía en la escuela y la universidad es que abarca los pensadores más prominentes de nuestra historia de las ideas, 2.500 años, se dice rápido. El motivo no es historiográfico o cultureta: si siguen vigentes filósofos tan variopintos es porque todos ellos tienen cosas relevantes que decirnos. De entre ellos, los más destacados en términos de profundidad y altura intelectual no son precisamente los que nuestros sesudos analistas tienen en cuenta a la hora de enjuiciar la realidad política (actual o pretérita), mucho menos cuando la idea es poner soluciones a los problemas que nos aquejan.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia