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pincho de tortilla y caña

Olas y falsedades

Lo de hoy en el Congreso será la representación de una farsa

Cuestión de respeto

Federico

Luis Herrero

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No hagamos esperar la apuesta: pincho de tortilla y caña a que Sánchez sale hoy del Congreso signado por la desconfianza de sus socios. Le van a poner a caer de un burro. Le dirán una vez más que no entiende la gravedad del ... problema. Le volverán a pedir que explique todo lo que sabe, empezando por las razones que le llevaron a prescindir de Ábalos. Le preguntarán si está seguro de que detrás de los pringues de sus dos chorizos de confianza no hay rastro de financiación ilegal del PSOE y querrán saber si en lo que está por venir aguardan nuevos sobresaltos. Las respuestas de Sánchez ya las conocemos: pedirá perdón por haber seleccionado mal a sus colaboradores más íntimos, asegurará que el perímetro del lodazal se limita a tres manzanas podridas, dirá que ha actuado con celeridad deshaciéndose de ellas, se comprometerá a colaborar con la Justicia y prometerá la adopción de todas las medidas necesarias para que nada de esto vuelva a pasar. Las cinco afirmaciones son falsas. Uno: la petición de perdón lleva implícito el propósito de enmienda. ¿Dónde queda ese propósito si una de las personas elegidas para sustituir a Santos Cerdán (también miembro, por cierto, de su Guardia de Corps) no puede llegar a tomar posesión por presuntas conductas inadecuadas? Dos: si hasta hace un cuarto de hora las manzanas podridas sólo eran dos, a pesar de que sabíamos desde hace meses que la UCO tenía pruebas concluyentes contra una tercera, ¿por qué a la vuelta del verano no pueden ser cuatro (o más) cuando se hagan públicos los informes que ya preanuncian nuevos quebrantos? ¿Qué gana Sánchez haciéndose el sueco?, ¿acaso la oportunidad de apuntalar el relato de que su inacción es la prueba evidente de que está a por uvas? No actuó contra Santos Cerdán porque, según él, no tenía ni la más remota idea de las mangancias que urdía. ¿De nuevo será esa su disculpa si se confirman las sospechas de que hay informes que incriminan a otras personas? Tres: ¿actuar con celeridad es demorar doce meses la tramitación del expediente disciplinario de Ábalos y, entretanto, ofrecerle trabajo remunerado a cambio de su silencio? ¿O poner la mano en el fuego por súper Cerdán cuando ya era atronador el rumor de su estropicio? Cuatro: ¿colaborar con la Justicia es vaciar de papeles la sede de Ferraz horas antes de que llegue la Guardia Civil? ¿O poner a parir a los jueces que instruyen causas molestas? Y cinco: ¿adoptar las medidas necesarias para que nada de esto vuelva a suceder es seguir sin concretar el plan de regeneración prometido hace un año? No, los socios no le comprarán la mercancía. Y sí, lo pondrán a caer de un burro. Probablemente habrá cabreos jupitetinos y ultimátums. Pero eso no significa nada. Tienen que salvar la cara ante los suyos y, al mismo tiempo, retrasar todo lo que puedan la llegada de la derecha al poder. Lo de hoy en el Congreso será la representación de una farsa. O, por utilizar una de las metáforas acuáticas que tanto le gustan a Sánchez, una exhibición del noble arte de nadar y guardar la ropa. O sea, más de lo de siempre: falsedades en medio del oleaje.

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