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el ángulo oscuro

Sopa de tomate y viejas herejías

El hombre irredento se torna deleznable y odioso

Juan Manuel de Prada

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Hace unos días, una pareja de botarates sistémicos arrojó sopa de tomate sobre un cuadro de Van Gogh (por lo demás, bastante birrioso) expuesto en la National Gallery. Los botarates eran activistas de una organización ecolojeta sufragada por plutócratas que exigen el abandono de los ... combustibles fósiles, para poder forrarse más salvajemente con las llamadas 'energías alternativas'. La performance probablemente estuviese pactada con la dirección del museo, pues los vigilantes de la sala tardaron varios minutos en intervenir; y, además, el cuadro elegido para el aparente estropicio estaba protegido por un cristal. Se trataba, pues, de la típica operación plutocrática que emplea como mamporreros a botarates sistémicos que, como señalaba Cervantes, se quedan satisfechos por verse con fama, aunque infames, como aquel Eróstrato de la Antigüedad, que prendió fuego al templo de Artemisa para que perviviese su nombre en los siglos venideros.

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