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LA SUERTE CONTRARIA

De Perejil y los abajofirmantes

Sánchez no habría respondido hoy a la provocación y Perejil habría sido anexionado por Marruecos

Juana no está en mi casa

Un país de cigarras

José F. Peláez

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Cuando pasó lo de Perejil yo aún era idiota. Dos años después de aquello, tras los atentados del 11M, yo sería uno de esos energúmenos que fueron a las sedes del PP a gritar «vosotros, fascistas, sois los terroristas», con un nivel intelectual como ... de abajofirmante recogiendo un Goya. Antes, los abajofirmantes cantaban «solo le pido a Dios que el engaño no me sea indiferente. Si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente». Hoy, en un curioso giro de los acontecimientos, a los abajofirmantes el engaño no solo les resulta indiferente, sino pertinente. Tanto que se ponen de parte del traidor y les dicen a 'esos cuantos' que no sean fachas. Quizá por eso Ana Belén ha publicado un nuevo disco, que se llama 'Vengo con los ojos nuevos': ha pasado de luchar por la democracia a luchar por el PSOE; ha pasado de la camisa blanca de su esperanza a la sucia de su cinismo. Viene con los ojos nuevos, sí. Pero con los mismos cojonazos de siempre.

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