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proverbios morales

Duchas

Tampoco es que los desinfectaran con Zyklon B: se limitaban a desexualizarlos en eusquera

Nobel

Chusmas

Jon Juaristi

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Sodoma y Gamarra: así se definía sucintamente Álava en los tiempos en que fui profesor en el campus de Vitoria. Lo de Gamarra no iba por la pobre Cuca, sino por un pueblo cercano a la capital mundial de Euskadi y de la patata ... de siembra, de donde proviene su apellido. En Gamarra había un CIR, un Centro de Instrucción de Reclutas, al que solo accedían los provistos de carnet de conducir. El resto, la morralla, iba a aprender la dureza de la vida al otro CIR alavés, Araca. En él sufrí el invierno de 1973, uno de los más fríos del siglo. Las duchas eran en grupo, por supuesto, pero no fueron demasiado traumáticas en mi caso, porque ya había pasado por la misma experiencia en varios penales del Estado español. Es verdad que, tanto en los campamentos militares como en las prisiones del franquismo, no nos duchábamos con frecuencia. En las cárceles, además, las duchas eran optativas. En los campamentos, obligatorias, pero las escatimaban, supongo que para ahorrar. El Ejército confiaba en que el pueblo en armas para la defensa de la nación se duchara en la casa familiar durante los permisos o rebajes, y si no había ducha, pues a la poza más cercana. El agua de las duchas del Estado estaba a temperatura ambiente, lo que venía muy bien para desmantelar las bajas pasiones.

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