EN OBSERVACIÓN
La risa del conejo
Sánchez responde «con sentido del humor» a la tragedia nacional
Chistes de dinosaurios (27/11/2023)
El sanchismo son los demás (20/11/2023)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónSi no es por Pedro Sánchez, que entre otras cosas está para avisar de lo importante y de «lo que no es discutible», relator de sí mismo, verificador del encuentro entre la necesidad y la virtud, no nos damos cuenta y seguimos como si ... nada. Los árboles del ruido y de la crispación, el eco del rosario que las beatas reaccionarias rezan en la capilla de Ferraz, el runrún de los insultos, el frufrú de las pancartas, no dejan escuchar el sonido del bosque de la nueva era de humor inteligente que, guiada por la trama de aquella 'revolución de las sonrisas' que en 2017 protagonizó el pueblo elegido, nos anuncia el inminente advenimiento de un tiempo de gracia, entendida en cualquiera de sus múltiples acepciones, penitenciaria, anímica o divina, ya en grado superlativo, como corresponde a las circunstancias esdrújulas que nos rodean y condicionan.
Dice Pedro Sánchez que su estrategia política pasa ahora por responder a las descalificaciones de las que es objeto «con sentido del humor», lo que no solo explica buena parte de su más reciente acción política, sino que, y esto es más grave, pone de manifiesto el problema de fondo al que se enfrenta la nación para avanzar por la senda del progreso, consecuencia de sus cortas entendederas y de su incapacidad para pillar los chistes del presidente del Gobierno. Aquella media España –redondeando, como en las encuestas– que no le vio la gracia a la revolución de las sonrisas de 2017 no termina ahora de cogerle el punto a los chascarrillos de Sánchez. Es lo que tiene el humor inteligente, formulado exclusiva y excluyentemente, valga la redundancia, para mentes abiertas y no para esa patulea inmovilista que de los chistes de homosexuales y enanos que reivindica Alfonso Guerra ha pasado a reírse del «Que te vote Txapote» o el «Me gusta la fruta». Así no vamos a ninguna parte. Actuaciones como la de Marisa Paredes en el velatorio de Concha Velasco solo pueden entenderse desde la altura de miras de quienes han hecho del humor una de las expresiones más elevadas de la inteligencia, incompatible con el primitivismo de una derecha para cuya descripción Sánchez acaba de lanzar el concepto de «polarización asimétrica».
El líder del PSOE cuenta en su repertorio con chistes memorables, algunos procedentes, con leves retoques, simple actualización, del catálogo de un Rodríguez Zapatero que sigue en activo y cuya figura emerge como la del 'influencer' que siempre fue. Otro vendrá que bueno te hará. Las ocurrencias del jefe del Ejecutivo, sin embargo, superan a las de su mentor, de la misma manera que su revuelta de las carcajadas deja como simples aficionados a los autores intelectuales de la revolución de las sonrisas, aquella cuyos protagonistas y ejecutores –dice Sánchez– se vieron «atrapados en un contexto histórico» y con cuyos líderes tiene que citarse el PSOE en Bruselas porque «viven fuera de España». Está el presidente del Gobierno sembrado en una España yerma, infecunda para el sentido del humor inteligente y víctima de un proceso de polarización asimétrica que en un 50 por ciento –redondeando, como en las encuestas– la ha incapacitado ya para disfrutar, sin otra risa que la del conejo, del tiempo de gracia plena al que nos dirigimos.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete