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EN OBSERVACIÓN

Cómo dar vela y cera en un entierro

¿De quién depende el luto oficial de progreso? Pues ya está

Hombre del año 2024 (1/1/2024)

Benditos gays (30/12/23)

Jesús Lillo

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Hay en nuestras letras una línea de puntos suspensivos de la que cuelga una figura literaria que va de Cervantes a Ramón Gómez de la Serna, pasa por Moratín y Torres Villarroel y de forma provisional termina en Arévalo, último autor clásico en recurrir ... al personaje del gangoso, víctima de una disfonía –faringolalia en los manuales médicos– que desde nuestro Siglo de Oro lo convertió en carne de coña y cañón. En la nariz del gangoso resuena una voz que antes daba risa y que ahora no solo se ha normalizado, imperceptible en una era de auriculares inalámbricos y voces comprimidas, sino que ha adquirido rango vicepresidencial y sordina progresista. En una España que reforma su Constitución para cambiar 'disminuido' por 'discapacitado', la risa va por dentro, como ese llanto que ahora hay que esconder para no significarse en unos entierros en los que nadie quiere que le den vela. «Tú también estabas con Jesús el Galileo». «No sé de qué hablas» (Mateo 26). Y así tres veces seguidas.

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