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una raya en el agua

La balacera

Sánchez y sus socios voltean a Marlaska como un muñeco de trapo. Y ahí sigue, vejado, cautivo, literalmente desarmado

La 'sede vacante' de Pedro

Responsabilidad colegiada

Ignacio Camacho

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Fernando Grande-Marlaska debería legar su cuerpo a la ciencia para que los futuros congresos de neurólogos y gastroenterólogos estudien la portentosa capacidad de procesar humillaciones que poseen su sistema nervioso y su aparato digestivo. En general todos los miembros del Gabinete parecen escogidos por ... su fortaleza anatómica para encajar sin deterioro físico ni moral los escarnios que su jefe les inflige con crueldad rayana en el sadismo, pero el titular de Interior quizá ostente el récord gubernamental de resistencia al ludibrio. Suele decirse que un ministro es siempre una especie de fusible del Ejecutivo, que salta cuando su presidente se ve en peligro; sin embargo Marlaska parece construido con un material a prueba de cortocircuitos de ridículo. Si alguna vez lo cesa, Sánchez no sólo deberá agradecerle sus servicios; tendrá que compensarle de alguna manera especial la entrega incondicional con la que ha arruinado su antiguo prestigio.

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