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la tercera de ABC

La libertad profesional del médico

Cuando de la asistencia sanitaria hablamos debemos recordar que el firme compromiso deontológico del médico y su libertad profesional como garantía de ofrecerle lo mejor al paciente priman sobre cualquier otro interés, por plausible que éste sea

El fin de la era atlantista

El Séptimo de Caballería

nieto

Federico de Montalvo Jääskeläinen

Suele afirmarse en sociología que inicialmente solo existieron tres verdaderas profesiones, siendo el resto actividades u oficios: la que cuidaba el alma, sacerdote, la que cuidaba el cuerpo, médico, y la que cuidaba a la sociedad mediante leyes, el jurista. Y, si bien tal planteamiento ... se ha visto ya superado por la evolución de la ciencia, la tecnología y de la sociedad en la que aquellas se ejercen, aceptándose otras muchas más, sí es cierto que, al menos, las profesiones milenarias de la abogacía y la medicina tienen una singularidad que desde su propio origen las diferencia de otras: su sujeción a un estricto código deontológico. Y ello es así porque se trata de dos de las profesiones que más directamente operan sobre derechos fundamentales del individuo de especial relevancia como son la vida e integridad y la libertad y tutela judicial. Tal relevancia determina, por tanto, que el abogado y el médico queden sujetos a un compromiso ético y jurídico en beneficio de sus clientes y pacientes. La trascendencia, pues, de los bienes y valores en juego en el viejo arte de la defensa jurídica y la curación determinan un fundamento sustancialmente ético de la relación profesional que se traduce en férreos deberes para los que las ejercen.

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