Paso acertado de Ciudadanos

El hecho de que el partido liberal no se presente a las elecciones del 23J liberará una cifra de votos nada desdeñable. Aunque es técnicamente erróneo extrapolar resultados municipales a unas elecciones generales, el pasado domingo Ciudadanos recabó más de 300.000 votos. Es muy probable que gran parte de esas papeletas acaben nutriendo los escaños del bloque de centro derecha. Esta transferencia de votos tiene, al menos, dos razones: la propia deriva del partido, que viró desde posiciones socialdemócratas en Cataluña hasta reivindicarse como una formación marcadamente liberal, pero también por el decidido abandono de la centralidad política por parte del PSOE que permite que sólo el Partido Popular de Feijóo pueda generar algún atractivo entre el votante moderado.

El final de Ciudadanos se debe, en gran medida, a los errores cometidos. Sin embargo, no puede saldarse el final de esta formación sin reconocer las notables aportaciones que hizo a la convivencia entre españoles, al regeneracionismo y a una cierta actualización en la forma de hacer política. En las elecciones de 2017, Inés Arrimadas demostró que una opción constitucionalista y perfectamente reconciliada con los símbolos de la nación podía ganar unas elecciones en Cataluña.

No es imposible que la estrategia que plantean sea la única viable y que no comparecer a las próximas elecciones generales les permita abordar con mejores expectativas las europeas de junio de 2024. En el guion pactado ayer, se decidió que los esfuerzos se concentrarán en intentar regresar en una coyuntura menos agónica que la que se prevé en las próximas elecciones de julio y en la que la política de bloques acabará por imponerse. Además, la apuesta por Europa tiene sentido ya que fue, precisamente, en el Europarlamento donde se han desempeñado algunos de los políticos más brillantes del partido, como Luis Garicano o Maite Pagazaurtundúa.

El final del partido que creció bajo el liderazgo de Albert Rivera, al que se suma la inminente implosión de Podemos, cierra definitivamente el ciclo político que se inauguró en 2011 con el 15M. Muy probablemente, el vuelco sociológico y electoral que se prevé el próximo 23J sea el inicio de un nuevo marco en el que la sensibilidad liberal y abiertamente constitucionalista que encarnó Ciudadanos se concentrará a partir de ahora en otras alternativas. En términos puramente pragmáticos la decisión hace aún más improbable que el órdago de Sánchez pueda cosechar algún éxito. Allí donde había tres partidos, en el centro derecha, ahora sólo comparecerán dos siglas. La concentración del voto que facilita la decisión anunciada por Adrián Vázquez puede que acabe siendo determinante para apuntalar el cambio de Gobierno.