Marlaska y la valla de Melilla

La nueva evidencia gráfica se ha conocido tras la visita de una delegación parlamentaria a Melilla para conocer el lugar donde ocurrieron los hechos. Vox y Ciudadanos se negaron a participar en el viaje. Vox dijo que deseaba evitar que se instrumentalizara a las fuerzas de seguridad para arremeter contra Marlaska. El resultado de la visita fue que tres de los diputados, los representantes de Unidas Podemos, ERC y EH Bildu, todos importantes apoyos parlamentarios del Gobierno de Sánchez, han señalado que no tienen duda de que una parte relevante de los hechos ocurrieron en territorio español. Esta impresión fue compartida por la representante del PP, quien además destacó otra mentira de Marlaska: que las fuerzas de seguridad marroquíes no habían actuado en nuestro territorio. A esto se unen las sospechas de que pudieron producirse muertes en este lado de la frontera. El portavoz del PP, ElíasBendodo, pidió ayer la destitución de Marlaska por «la opacidad, el obstruccionismo y la falta de información» sobre lo ocurrido.

El ministro del Interior, que ha cambiado varias veces de versión, dijo ayer que se reafirma en cuatro cuestiones: que el 24 de junio se produjo una tragedia «que nos conmovió», que se trató de un ataque «muy violento» a una frontera española y de la Unión Europea, que la Guardia Civil actuó dentro de la legalidad, con proporcionalidad y siguiendo órdenes, y, lo más importante, «que ningún hecho trágico aconteció en territorio español». Resulta difícil, a la vista de las imágenes y vídeos a los que hemos accedido los medios de comunicación, asegurar con rotundidad que no se produjo ningún fallecimiento en la parte española, pero tampoco se puede asegurar lo contrario. Lo que sí es incuestionable es que las imágenes demuestran que los hechos sucedían en nuestro territorio, como el ministro negó. Marlaska está cercado por la evidencia y debe exponer a la mayor brevedad una versión con pruebas irrefutables y dejar de refugiarse en que la Fiscalía y el Defensor del Pueblo están llevando a cabo una investigación o en que el Parlamento no ha abierto una comisión de investigación.

Y de ninguna manera debe el ministro seguir usando como escudo a las fuerzas de seguridad que resguardan nuestras fronteras para proteger su responsabilidad política y la del Gobierno, cuya actuación ha sido lamentable desde el momento en que el propio presidente del Ejecutivo justificó inicialmente la actuación desproporcionada de la Gendarmería marroquí (incluso llegó a decir que fue «satisfactoria») para luego corregirse. Cada día que persisten las dudas sobre lo que realmente ocurrió el día de san Juan en Melilla, nuestra política migratoria y los encargados de hacerla cumplir seguirán siendo juzgados por una opinión pública que no cuenta con todos los elementos de juicio.