sin punto y pelota
Aquella loca de Marbella 2022
¿Quién es esa loca? Fue una reacción generalizada al discurso de Georgia Meloni en Marbella, junio de 2022, cuando la líder de Hermanos de Italia acudió a arropar a Macarena Olona en la campaña electoral de Andalucía, aquellas elecciones en las que Juanma ... Moreno se comió las expectativas más altas de Vox. Hubo quien culpó de ello a la visita de Meloni como estrella invitada. Qué decía aquella señora, con esa voz un poco de actriz de cine negro, sobre la familia natural, la cruz, la civilización occidental, el patriotismo y los intereses de la clase globalista financiera contra los obreros. Demasiado extraterrestre. Tres meses más tarde, Meloni ganaba las elecciones, para estupor de lo que se ha dado en llamar La Catedral, esa entente mediática-académica que fija los cánones de lo aceptable en un discurso democrático, que pone en funcionamiento el difusor del miedo a la ultraderecha, que coloca el tablero de la discusión política inclinado para que caiga sobre ellos siempre la bendición de la superioridad moral. Ganaba Meloni, volvía Mussolini, cómo es posible, se preguntaban los analistas, que la historia se repita y añadan ustedes las frases más recocidas del discurso buenista.
12 de agosto de 2025. Meloni lleva 1025 días de jefa de un gobierno que se ha convertido en el cuarto más longevo de la democracia republicana italiana. Es el referente político femenino más potente de Europa. Pero no verán a ninguna feminista hablar de ella, que ha conseguido, pese a las enormes críticas, que los grupos antiaborto puedan intentar ayudar económicamente a las embarazadas en apuros, por si se lo quieren pensar un poco más.
En este tiempo, le hemos visto poner gestos divertidos a la cara de Macron cuando se pasaba de pose napoleónica y hace unas semanas, el primer ministro de Albania, un gigantón, se arrodillaba dándole la bienvenida a su país. No ha logrado mandar a muchos inmigrantes ilegales a ese país, con un enfoque que suscitó reacciones de espanto iniciales y que ha ido siendo comprendido por otros dirigentes, pero el mensaje que lanzó a las mafias de la inmigración era claramente disuasorio, al contrario que en España. La llegada de inmigrantes jugándose la vida ha disminuido en Lampedusa a la vez que subía en la vía canaria, más peligrosa. En Italia, además, hay buques de Frontex que a Sánchez le da más apuro pedir porque él fue el de la bienvenida al Aquarius. La primera ministra acaba de anunciar la resurrección del proyecto de un puente entre Sicilia e Italia. Hacer grandes infraestructuras puede sonar ya a pelín fascista cuando aquí andamos resignados a un ministro de Fomento que tuitea con mala baba. Ojalá la obra se la lleve una de esas constructoras españolas de prestigio internacional de las que no consta que untaran a la trama de Ábalos.
Cuando anuncias el colapso de los derechos humanos y no ocurre puede que haya quien piense que el lobo de Pedro no es para tanto. No es descabellado pensar que puede que se cumplan las encuestas y la ultraderecha suba o se mantenga. Ante esa posibilidad, ojalá la tentación nunca sea evitar elecciones a toda costa.