El efecto Meloni sacude a España

El Gobierno, que el mismo lunes mostró por boca de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, su «preocupación» por el triunfo del bloque de la derecha italiana, moderó este martes el tono hacia Meloni, que en breve será una de las compañeras de asiento de Pedro Sánchez en el Consejo Europeo, al frente de una de las economías más importantes del euro, además de una de las naciones fundadoras de la UE.

Los de Santiago Abascal no han dudado en celebrar el triunfo, mientras que Alberto Núñez Feijóo se manifestó este martes de manera mucho más cautelosa.

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La parte socialista del Ejecutivo mantuvo este martes un tono de prudencia ante el resultado en Italia. Preguntada por el mismo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, aseguró que desde la perspectiva oficial «la valoración no es de gustos o de preferencias, sino de la relación que ha de existir entre dos países». «Y desde luego, el primer mensaje que me gustaría trasladar en nombre del Gobierno es el reconocimiento a un proceso democrático en el que los italianos y las italianas han elegido libre y legítimamente», señaló.

Sin embargo, Rodríguez matizó: «No les oculto la preocupación por algunas de las afirmaciones que hemos escuchado durante la campaña electoral, que no se compadecen con el modelo europeo», afirmó sin mencionar a Meloni, pero aludiendo a «retrocesos en los derechos de las mujeres o en política migratoria». Rodríguez, sin abandonar su tono de cautela institucional, manifestó su deseo de que el nuevo gobierno transalpino, en el que además de Hermanos de Italia estarán La Liga de Matteo Salvini y la formación del ex primer ministro Silvio Berlusconi, respete «la defensa de la democracia, la libertad y la diversidad» en línea con las instituciones comunitarias.

La primera reacción de Feijóo tras conocerse el resultado electoral en Italia fue el silencio. En su discurso ante el Comité Ejecutivo Nacional del lunes no dedicó ni una palabra al triunfo de Meloni. Algunos barones fueron más explícitos. «Algo estamos haciendo mal los centristas en Europa cuando están avanzando los radicales», comentó el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, a su llegada a Génova.

En el entorno de Feijóo confiaron en que no tenga ninguna repercusión en España, aunque fuentes populares admitieron que era una botella de oxígeno para Vox, en horas bajas. Este martes, Feijóo fue algo más explícito durante su visita a un mercado de Palma. Primero expresó su respeto por el voto de los italianos en las urnas, aunque reconoció que le hubiera gustado un mejor resultado de sus socios del Partido Popular Europeo. A partir de ahí, confió en que Meloni rectifique sus planteamientos iniciales para inclinarse hacia un mayor europeísmo y la defensa de una Europa cohesionada. «Iremos viendo sus decisiones», comentó de forma cauta.

Si un partido se ha alegrado en España de la victoria de Meloni en las urnas, ese no es otro que Vox. Los de Santiago Abascal perciben un auge de su espacio político en Europa y celebran los recientes éxitos en Hungría, República Checa, Suecia y, ahora, Italia. Meloni ha participado en varios actos de Vox, incluidos el Viva21 del año pasado y el mitin en Marbella, en la campaña electoral de las elecciones andaluzas. «El futuro pinta bastante bien», dijo este martes el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, preguntado por el resultado de las elecciones italianas. Misma línea que usó la víspera Jorge Buxadé, que habló de un «acicate» para Vox.

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, llamaba este martes a dar la «batalla ideológica» en Europa tras la victoria de Hermanos de Italia en las urnas. Sin autocrítica por el mal resultado de la izquierda, Echenique apuntó que la «puerta de entrada» de la «ultraderecha» al Consejo de Ministros siempre la abre «la derecha liberal». Apuntó así en España, a modo preventivo, al PP de Alberto Núñez Feijóo, que según él no tendrá problema, si lo necesita, en gobernar con «la extrema derecha». El diputado de Podemos habló de la formación de Meloni como un partido de corte «neofascista».

Desde ERC, su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, quiso remarcar que lo sucedido en Italia el domingo es algo que «ya ha pasado» en España. Para él, el éxito de Meloni, que será la primera mujer con el cargo de primera ministra en el país alpino, es equiparable a la entrada de Vox en el Gobierno autonómico de Castilla y León. «No hace falta hacer una hipótesis [de si Vox podría gobernar en España]; ya ha pasado».

Sin pelos en la lengua, el portavoz de Cs, Edmundo Bal, se alineó este martes con los postulados de la izquierda: «En Italia ha vencido las elecciones la extrema derecha, la ultraderecha. No andemos con eufemismos ni edulcorando las cosas: la extrema derecha. Pertenece a un partido cuyo lema es Dios, patria y familia; es un lema que utilizó el propio Mussolini en 1931».

El líder de Más País, Íñigo Errejón, subrayó el «respeto» al resultado de las elecciones, pero también presagió un ejecutivo «siniestro» en Italia para las mujeres, el colectivo LGTBI, los inmigrantes y los trabajadores. Aviso al Gobierno español: «No puede defraudar».