sin punto y pelota
Incapaces y caraduras
Como con las denuncias falsas en violencia de género, los caras provocan que se empiecen a mirar con sospecha las bajas laborales a los que no mienten
El bucle del meme
El autónomo radicalizado
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónAnunciar que se va a meter mano a las bajas laborales por enfermedad no daría muchos votos. O sí. Es la típica situación en la que un 'spin doctor', asesor, gurú, de los partidos se debería preguntar por el coste de oportunidad. Puede que ... anunciarlo enfade a los que las disfrutan de manera fraudulenta pero, a la vez, podría alegrar a los millones de autónomos que nunca enferman, a los honrados asalariados que jamás han mirado el catálogo de patologías más sencillas de simular. Podría alegrar a los que verdaderamente sufren esas patologías porque, como con las denuncias falsas en violencia de género, los caras provocan que se empiece a mirar con sospecha a los que no mienten. El lumbago existe. Yo es leer noticias sobre estas bajas y acordarme de aquella vez en la pelu de Campanillas, al lado de una señora que le decía a la peluquera: «Este año no voy al Rocío, que se han puesto más duros con las bajas».
En Cádiz, estas bajas laborales se acumulan los meses previos al carnaval: diciembre, enero y febrero. Que puede coincidir con los picos de la gripe, pero las patologías de las bajas no tienen que ver con el aparato respiratorio ni con el sobresfuerzo vocal de cantar mucho. Meras elucubraciones. Preguntas que surgen así, viendo casualidades, las mismas que me contaba un amigo consultor que se hacían los responsables de Delphi, la empresa de componentes del automóvil, cuando decidieron chapar la fábrica. Luego, la Junta socialista se gastó en los cursos de reciclado de los trabajadores tanto dinero como para haber mandado uno a uno a un postgrado en Harvard.
Según ha explicado José Blas Fernández, presidente del Colegio de Graduados Sociales de Cádiz, casi el 20 por ciento de la plantilla de las pymes gaditanas ha estado de baja en 2024. Él se ha atrevido a hablar del «absentismo del caradura», con un impacto importante en empresas «que no cuentan con los recursos financieros o humanos para asumir estos costes de manera continuada». Como para asumir costes extras, detectives y abogados, y acabar en un juicio en el que un juez, puede pasar, diga que la depresión se cura cantando en una chirigota, que no pretendamos que todo sean terapias y pastillas. La picaresca cuenta con la alianza de unos servicios de salud colapsados. Si la cita con el especialista tarda varias semanas, eso gana el que está haciendo el paripé.
El carnaval gastaba fama de transgresor. El otro día, echaron a unos que cantaban fatal, eso sí, pero tenían letra tela de transgresora: hablaban de aspectos censurados de la pandemia. Quizás, ahora, en Cádiz, lo más transgresor sería que alguien se cachondeara de los que disfrutan del absentismo del caradura, de los que son incapaces temporales para un curro pero se les da fenomenal deslomarse en preparativos de fiestas. Para esas letras no hay narices. O «cohones», como le gustaría a nuestro presidente Bonilla que dijéramos, tan amante de nuestro acento.
PD: Esto no quita, por cierto, para que Asturias y el País Vasco sean las comunidades con mayor tasa de absentismo laboral de España.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete