en clave de tron

Frankenstein es un monstruo

Con la manipulación del lenguaje hemos transformado a la bestia de Mary Shelley en un Jovencito Frankestein progresista y reformista

África (15/8/2023)

Un escupitajo contra la dignidad (12/8/2023)

Fue Alfredo Pérez Rubalcaba quien vaticinó la que se avecinaba si Sánchez se salía con la suya. ¡Y vaya si se salió! Rubalcaba allá por 2016: «Un Gobierno de izquierdas junto a PNV e independentistas catalanes no sería posible porque ni siquiera son partidos ... que tengan esa ideología y ERC es independentista... por lo que sería una investidura Frankenstein».

Meses después, fue Mariano Rajoy quien recuperó la idea durante la moción de censura: «Hemos pasado del Gobierno Frankenstein al programa Frankenstein. La única propuesta son los Presupuestos del PP. ¿Qué broma es esta?».

Y hasta hoy. Recuerdo como si fuera ahora mismo aquella última charla con Alfredo: «Con lo que nos costó a Susana, a Guillermo y a mi acabar con él y mira donde está». Si levantara la cabeza... fliparía al ver hasta donde ha llegado el personaje, cuál es el nivel de peloteo y arrastre ante el ¡Oh! amado líder y su capacidad para construir y reconstruir tantos 'Frankestein' como sea necesario. Cada vez con piezas más inverosímiles y, lo que es peor, respaldado por una mayoría parlamentaria.

Lo que son las cosas. Gracias a la manipulación del lenguaje hemos transformado al monstruo atroz de Mary Shelley en un jovenzuelo progresista y reformista. Hablamos de la mezcla entre el PSOE, Podemos (o como se llame), los golpistas y los herederos de ETA como si fuera el jovencito Frankenstein de Mel Brooks y Marty Feldman.

Se nos ha olvidado la bestia: El cerebro cuadrado y cuadriculado de Sánchez, las manazas de Puigdemont, los andares de Otegui, los ojos de Junqueras, los tornillos en el cuello de Yolanda Díaz y la bocaza del PNV.

Hemos caído en la trampa del lenguaje y del relato otra vez. Frankenstein es un monstruo y no un divertido muchachuelo. Los socios de Sánchez no son progresistas ni reformistas por mucho que se vistan de marcas y diseño. Los herederos de ETA y los golpistas son los sucesores de la banda terrorista y los mismos del 1-O. En concluyendo: Frankenstein es una bestia, no es un dulce gatito.

Por cierto: ¿Alguien ha pensado en qué lugar quedan los jueces y la Guardia Civil o la Policía?. Ya sabemos que se la 'repanfinfla' pero tras ceder ante Puigdemont y los pactos con Bildu... ¿Alguien se ha plantea cómo quedan el Tribunal Supremo o a las FSE?

PD: Esta España nuestra es un país de contrastes. Y de injusticias. No puedes contratar con la administración pública si no estás al corriente con Hacienda. No puedes ser tertuliano de RTVE si no certificas que cumples con la Hacienda pública.

Y a la vez, si huyes del Tribunal Supremo tras dar un golpe de Estado resulta que puedes negociar el Gobierno de España. Y todo, mientras te pegas la vida padre en un casoplón en Bruselas, sin dar un palo al agua y cobrando de nuestros impuestos. Llámame loco... pero es una puñetera vergüenza.

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