BALA PERDIDA
El éxito de Letizia
Siempre me convenció mucho más que sus detractores, a los que ha ido callando desde el silencio
La tele de asesinos
El donjuán de chotis
Arriesgaban los malvados de tertulia, allá lejos, que Letizia Ortiz, con el matrimonio, igual nos traía la República, pero ha logrado dos décadas de esposa que han anclado en la Corona el difícil prestigio. A Letizia la presentó el momento como un enemigo, pero ... otro momento reveló que igual el enemigo estaba en casa, yendo y viendo de cacería, entre alemanas áureas y elefantes mitológicos. De modo que Letizia es un éxito. Pasó un día de periodista de telediario a noticia de telediario. No conocemos primicia mayor en una novia, porque novia resultó de Don Felipe, y hasta hoy, cuando es Reina, incluso en zapatillas. Si miramos con distancia su caso insólito, se aprecia que, en un principio, hubo dos Letizias, la periodista, y la princesa, ambas en la misma mujer joven, ilustre y resuelta, y ahí fue ganando sitio seguro la segunda a la primera, aunque a Letizia le salía el repente el nervio de la cronista, quizá a destiempo. Practica un genio vivísimo, se nota rápido que va enterada de todo, y pregunta mucho, aquí y allá, como si se prefiriera antes corresponsal que anfitriona. Quiero decir que hay una Letizia previa a la Reina, y también a la princesa, naturalmente, una Letizia que hoy ya es una Letizia interior, y que ella prefiere aún cultivar, porque tiene biografía de calle. Yo he apreciado, con los años, que Letizia es un temario chollo, y que hablar mal de ella vende. Si se porta espontánea, se le reprocha la espontaneidad. Si arriesga en el vestido, se conjetura con su delgadez elástica. A Doña Letizia, durante épocas, es que le caía el reproche hiciera lo que hiciera. Siempre equivocaba los zapatos, aunque esa tarde no llevara zapatos. Es Letizia un tema infalible y una profesional exigida. Pero ya sospecho su figura, y su desempeño, bajo el consenso no siempre previsto. Siempre me convenció mucho más que sus detractores, a los que ha ido callando desde el silencio. De entre los Borbones, yo diría que es la que más me gusta.
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