Cabeza fría
A ERC se le agota el cuento de Pegasus
¡Qué triste debe de ser para algunos independentistas descubrir que el CNI nunca los consideró una amenaza!
El peligro no es Begoña, es Podemos
PSOE y Sumar, como el ejército de Pancho Villa
El supuesto espionaje ilegal del Estado a los políticos independentistas con el que ERC monta melodramas se va agotando. Se ha hecho muy evidente esta semana cuando la exdirectora del CNI, Paz Esteban, negó el lunes ante un juzgado de Barcelona «cualquier actuación» sobre ... los independentistas Josep Maria Jové y Diana Riba, que la denunciaron por haberles espiado con el 'software' israelí Pegasus. Como esa rotunda negación descartaba cualquier operación, incluyendo la existencia de escuchas legales –con autorización judicial–, los republicanos se quedaron sin más conejos que sacar de la chistera. Así las cosas, a su abogado no se le ocurrió otra cosa que salir corriendo a contar a la prensa que Paz Esteban se había acogido a la reserva de secreto para no contestar a las preguntas. Lo importante para los independentistas de ERC, señores lectores, no es llegar a la verdad y desasosegarse sobre si fueron espiados y sus secretos más íntimos quedaron en manos de otras personas. Lo que pretenden es seguir alimentando la teoría de que no solo existió la operación Cataluña con Mariano Rajoy, sino que el CNI perdió el control y se puso a espiar a independentistas a diestro y siniestro, hasta un total de 65, de manera ilegal. De este modo, pueden seguir presentándose como víctimas del Estado para intentar captar votos en Cataluña y cobrar facturas en Madrid.
En efecto, el lunes hubo otras preguntas que la exdirectora del CNI no contestó acogiéndose a la reserva porque el Consejo de Ministros no le había autorizado a dar información más allá del objeto de la denuncia: la existencia o no de espionaje de algún tipo sobre los denunciantes. Y sobre ello contestó de forma tajante.
Pese a que los republicanos exigieron y lograron que la cabeza de Paz Esteban rodara en 2022 –Sánchez se la entregó como quien regala un caramelo a un niño consentido para evitar una pataleta– les pareció que aún podían sacar más rédito si llevaban el presunto 'catalangate' por la vía judicial.
No debieron de pensar mucho en qué pasaría si el avance de la investigación acababa apuntando a que el CNI no solo no realizó ninguna escucha sin autorización judicial, sino que muchos de los que públicamente se declararon espiados ni siquiera lo fueron por la vía legal. ¡Qué triste debe de ser para algunos independentistas descubrir que fueron tan poco interesantes para el CNI!
Y es que el origen de todo este embrollo no es otro que un informe redactado por uno de los cabecillas de Tsunami Democratic, Elies Campo. Pedro Sánchez le concedió más valor que a las 18 autorizaciones judiciales que Esteban presentó para cada una de las escuchas realizadas legalmente a políticos independentistas.
Resulta curioso. En el caso de Begoña Gómez al Gobierno no le sirven como indicio de ilegalidad la pila de correos electrónicos enviados por su asistente buscando dinero entre empresas. En cambio, para cesar a Esteban le bastó un documento redactado por un radical defensor de la desobediencia civil.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete