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La Tercera

Guateque y volcán

Álex de la Iglesia surgió con la valentía de numen de un miembro de la Orden de Caballería del Juego Más Allá de la Moral

Elogio (sincero) de la Constitución (7/12/2023)

Sigue siendo 7 de octubre (7/12/2023)

Sara Rojo

Álvaro Cortina

Entre el imperio de la ley de la naturaleza y el imperio de la norma humana vindicó Friedrich Schiller un espacio para el juego libre, exclusivo coto de la imaginación. Este padre del romanticismo sostuvo que el arte «libera al hombre de las cadenas ... de todas las circunstancias, y lo dispensa de cualquier obligación, tanto física como moral». Así, como el arte es algo que se ve o se oye, decimos que es sensible; como es, además, gratuito y espontáneo, conjeturamos que ha de proceder del corazón humano. Schiller postulaba que la exposición, placentera o estremecedora, a ese lúdico centauro libre/sensible nos hace mucho bien. Él recomendaba el contacto con las artes y las letras para el buen curso de las repúblicas. Sin necesidad de leer al alemán, la gente ha tributado siempre gran admiración por las recreaciones de los genios. Acaso, la primera lección que el autor imaginativo nos da a los ciudadanos, la más inspiradora, sea la de la libertad.

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