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Rigor con rigor se paga

ESO de tensar y lucir el dedo corazón de la mano derecha como señal de desdén a un auditorio hostil es una costumbre, a más de fea, extranjerizante e impropia de quien presume de ser español, incluso de serlo más que los demás. El gesto, ... al que algunos -impropiamente- denominan como «hacer la peineta», viene de Italia, tal que el corte de manga que obliga a flexionar el codo derecho, y no el izquierdo, según la pureza del estilo napolitano. Lo nuestro, lo que está escrito por los clásicos del Siglo de Oro, es indicar el desprecio a los demás cerrando el puño y mostrando el pulgar asomado entre el índice y el corazón. Hacer o dar la higa. Si en asuntos tan menores como los anecdóticos y gestuales perdemos el oremus, o lo pierden quienes presumen de autoridad y servicio a la Patria, mal asunto. El rigor es indispensable hasta para los suspiros.

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