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La Tercera

Hace 400 años

«Sin duda 1622 constituye un símbolo extraordinario de la Reforma católica protagonizada por España, de la hegemonía plena de la Monarquía española en el ámbito católico poco después de iniciada la Guerra de los Treinta Años, la gran confrontación entre católicos y protestantes, que adquirió connotaciones más épicas que condujeron a objetivables testimonios de martirio católico, hombres y mujeres que murieron por la defensa de la confesionalidad católica en cualquier contexto»

Ricardo García Cárcel

El año 1622 marca un hito imborrable en la historia de la Monarquía española y del catolicismo en nuestro país. En marzo de ese año Gregorio XV canonizó a cuatro españoles y un italiano. La carmelita Teresa de Jesús, los jesuitas Ignacio de Loyola, Francisco ... Javier e Isidro Labrador fueron los españoles elevados a los altares. El oratoriano italiano Felipe Neri fue el italiano canonizado. Todos ellos, salvo Isidro, fueron promovidos a la santidad con cierta celeridad después de su muerte. El más rápido fue Neri, que fue beatificado veinte años después de su fallecimiento y canonizado tan solo siete años después. Los españoles tardaron más, pero no largo tiempo. La más rápida en alcanzar la santidad fue Teresa de Jesús, cuarenta años tan solo después de su muerte. Ignacio de Loyola tardó sesenta y seis años y Francisco Javier setenta. Procesos rápidos, con control firme por parte de Roma, que había creado la Santa Congregación de Ritos en 1587 para regular el mundo complejo de la hagiografía popular.

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