Hazte premium Hazte premium

Editorial ABC

El PSOE, una de cal y otra de arena

El secesionismo nació para romper España, y la disyuntiva es sencilla: nada se puede pactar con quien nada quiere pactar. Solo imponen su salida inexorable de España

ABC

Pedro Sánchez volvió ayer a dar una de cal y una de arena. Si por un lado volvió a ofrecer el apoyo del PSOE a Mariano Rajoy en la lucha contra el desafío separatista, por otro emborronó la unidad de acción volviendo a sembrar dudas sobre el concepto de nación española. España no es una « nación de naciones » y en este momento ningún juego de palabras servirá de nada para aplacar las ambiciones separatistas y sediciosas de la Generalitat. Sánchez podrá proponer cuantas comisiones parlamentarias quiera sobre el modelo de Estado, y cuantas reformas federales de la Constitución desee. Pero a día de hoy la legalidad es nítida , los mandatos de la Constitución relativos a la unidad de España no ofrecen dudas y generar soliloquios recurrentes solo conduce a más confusión. Especialmente entre el electorado socialista. No es el momento de abrir un debate de fondo sobre una reforma constitucional porque lo imperante es frenar a quienes han diseñado un golpe de Estado contra el sistema y la Carta Magna en España. Han preparado una ruptura política y emocional con el resto de España sin importarles las consecuencias, y sobra elucubrar con propuestas vacías e irrealizables sobre el auténtico sentido de la vertebración territorial de España. Lo prioritario es dar réplica a los secesionistas sin dudas , con unidad de criterio, y sin ofrecer, como ha venido haciendo el PSOE en los últimos meses, una imagen de confusión que le perjudica como partido con vocación nacional, y perjudica a todos los españoles que se sienten protegidos por la letra y espíritu de su Constitución. Lo demás es dar alas al separatismo y crear espacios de comprensión con el nacionalismo más desleal que ha conocido España en un siglo.

El PSOE se ha comprometido a garantizar, junto al Gobierno, el triunfo de la legalidad frente al envite rupturista. Es digno de elogio, pero no tenía más opciones si no quería quedar definitivamente supeditado al extremismo de Podemos . Hay muchas maneras de abrir un debate político de fondo sobre la idoneidad del estado autonómico tal y como está concebido, y Sánchez está en su legítimo derecho de plantearlo. Sin embargo, ese debate del PSOE nunca debería convertirse en una coartada para favorecer el nacionalismo. Hay que aprender de las lecciones de la historia y de los dramáticos excesos del presente que han fracturado a la sociedad catalana, como años atrás ocurrió con la sociedad vasca. El PSOE no puede incurrir en más ingenuidad en la creencia que satisfará al independentismo con «diálogo». El secesionismo nació para romper España , y la disyuntiva es sencilla: nada se puede pactar con quien nada quiere pactar. Solo imponen su salida inexorable de España. Y esa es una decisión que, en su caso, correspondería a todos los españoles en un referéndum legal, y no a los catalanes en uno ilegal.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación