Postales
Primera sangre
¿Qué autoridad moral tendrá un presidente elegido por quienes buscan descuartizar España?
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEn el duelo entre Sánchez e Iglesias, pues es un duelo, no un doble farol, ha corrido la primera sangre. La única diputada de Podemos en La Rioja ha impedido que el PSOE gobierne aquella Autonomía. Lo que aleja aún más la investidura de Sánchez. ... De tratarse de un duelo a primera sangre, podría decirse que lo ha ganado Iglesias, escudado en su militancia. Pero se trata de un duelo a muerte, de aniquilación, no sólo de éste, sino también de su partido, planeado en el círculo más íntimo del presidente con la meticulosidad de una operación militar, para que Podemos deje de ser una amenaza para el PSOE, quedando reducido a piltrafas tras esta lucha fratricida. Aunque con muchas más bazas para ganarla, Sánchez es incapaz de disimular la rabia que le produce no haber podido imponerse desde el principio, mientras sus aliados, desde los nacionalistas a sus muchos amigos en los medios de comunicación, se aprestan a prestarle ayuda para ganar no ya la batalla sino la guerra ahora, en septiembre o en noviembre, si finalmente hay nuevas elecciones.
La estrategia ya está diseñada y el arma es demoledora. Se trata de hacer a Podemos en general y a Iglesias en particular culpables de que España siga sin gobierno durante los próximos meses, con todos los riesgos que ello trae para su estabilidad política y económica. Subrayando que Sánchez ha mostrado toda la flexibilidad posible para llegar al acuerdo, pero encontrando una pared enfrente. Una verdad sólo a medias, pues aunque terminó admitiendo personas próximas a Podemos en puestos técnicos del gabinete, nunca les dio entrada en el núcleo del mismo, en especial al propio Iglesias, alegando que pedía «no un gobierno, sino dos, con él gobernando su mitad», según la vicepresidenta Calvo. Y algo mucho más importante «porque yo necesito un vicepresidente que defienda la democracia española», según Sánchez, que es tanto como decir que Iglesias no la defiende. La reacción de Podemos ha sido inmediata: «Pablo Iglesias defiende la democracia española como el primero. Que rectifique». La soberbia de Sánchez se lo impide.
Aunque el misil más poderoso que va a usarse contra él es que «va a unir su voto al de Vox para impedir que Pedro Sánchez siga siendo presidente». Su sola mención ha movilizado al entero nacionalismo desde el PNV, que sólo piensa en vender lo más caro posible sus pocos votos, hasta Bildu, que siempre ha sentido repugnancia a unirse a los constitucionalistas, pasando por ERC, sólo dispuesta a dar sus votos a cambio de la autodeterminación y la amnistía de sus líderes procesados. Todos ellos se disponen a acudir en auxilio de Sánchez. Pero ¿qué autoridad no ya política sino moral tendrá un presidente elegido por quienes buscan descuartizar España? Aparte de un detalle mucho más pedestre, aunque decisivo: sin Podemos, no reúnen los votos necesarios para hacerle presidente. Me lo habrán oído más de una vez: suele ocurrir a los tramposos. Si además son engreídos, por doble motivo.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete