Suscribete a
ABC Premium

Mayte Alcaraz

El paisaje quemado de Madrid

Los rincones de una época son pasto de los gánsteres

Mayte Alcaraz

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Sospecho que lo que me ocurre hoy es algo parecido a lo que le sucede a un ingeniero forestal cuando ha elaborado un informe medioambiental para proteger una zona y esta acaba arrasada por las llamas; o cuando un arquitecto planifica un bloque de viviendas ... y la carcoma devora los tabiques; o cuando un profesor prepara una clase y los alumnos la boicotean desde el minuto uno... A una periodista como yo, que ha echado los dientes en Madrid , calzando charol por sus salones más poderosos pero también emponzoñando sus suelas en crónicas sobre reyertas callejeras, asentamientos marginales de droga y en la vida desatenta de los albergues municipales, hoy el paisaje quemado del Madrid floreciente que narré, de la transformación del poblachón manchego lleno de subsecretarios de Cela en un motor económico envidiado por la Cataluña de Maragall, del insospechado viaje de una villa cortesana y atrasada a una fabulosa maquinaria de construir kilómetros de metro e infraestructuras que vertebraron sur y norte como jamás nadie soñó, es absolutamente desolador.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia