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Hermann Tertsch

De la ofensa intolerable a la nueva España posible

La reacción de muchos ante las infames escenas de ayer ha sido la reafirmación de su creciente convicción de que ha llegado la hora de acabar con el separatismo como opción política

Hermann Tertsch

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Tanto tiempo hace que España tolera lo intolerable y pretende que nada que se haga y diga en su ofensa y oprobio tiene importancia que habrán sido muchos los españoles que hayan visto el dantesco esperpento del parlamento catalán como un mero espectáculo político más. ... Pero para otros muchos españoles la verbena de bajeza e iniquidad de ayer, retransmitida por todas las televisiones públicas y privadas con asepsia cuando no simpatía, ha supuesto uno de los peores insultos sufridos en la vida. Ha sido la confirmación irrebatible de que se ha llegado al límite de lo que se quiere y puede tolerar. Y ni las amenazas de unos ni la cobardía de otros van a arrastrar a esos españoles a considerar jamás aceptable ni asumible lo que se hizo ayer, se hace ahora y se pretende hacer por parte del separatismo en Barcelona. Por eso la reacción de muchos ante las infames escenas de ayer ha sido la reafirmación de su creciente convicción de que ha llegado la hora de acabar con el separatismo como opción política. Emulando así a todos nuestros aliados y vecinos. Somos los únicos que aceptamos en el sistema a las fuerzas nacidas para destruirlo. Es una extravagancia que, ahora se ha demostrado, tampoco nosotros nos podemos permitir.

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