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No es país para pusilánimes

LO dice hasta Felipe González: hemos pasado a ser el enfermo de Europa. Otros muchos españoles piensan que hemos vuelto donde estábamos en 1996 y que de nuevo un Gobierno socialista demuestra su incapacidad para afrontar los problemas de fondo porque, habiendo perdido el sentido ... de Estado, sólo prospera en la componenda clientelar, el chapoteo de intereses, el trato corto y ventajista, el tactismo político, los acuerdos coyunturales. Hay algo de injusticia en esta comparación porque los gobiernos González fueron, sin duda, modernizadores, europeístas y, en un noble sentido, progresistas, aunque acabaran enfangados hasta la cachas en las cañerías del sistema, mientras que los gobiernos Zapateros han sido vacuos, inmateriales y sectarios. Pero lo cierto es que, una vez más, España es un problema; un problema que los anglosajones enmarcan en el llamado cinturón del olivo, elegante eufemismo que ha sustituido en la prensa salmón a la bellota y la plaga milenaria.

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