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Las mentiras delataron a Montón

Sánchez ha vuelto a manejar una crisis profunda con una enorme incoherencia e improvisación y ha convertido la rectificación sistemática en una pésima costumbre de este Gobierno sin rumbo

Carmen Montón abandona la sede del Ministerio de Sanidad tras anunciar su dimisión REUTERS

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La ministra de Sanidad, Carmen Montón, se vio forzada anoche a renunciar a su cargo tan solo cuatro horas después de que el presidente del Gobierno la respaldase públicamente e insinuase que no impulsaría su dimisión. El escándalo generado por otro máster prefabricado y falsario ... de la Universidad Rey Juan Carlos ha sido el origen de esta renuncia, pero la causa definitiva es que Montón ha mentido a la opinión pública. En ese máster no solo no concuerdan las fechas a las que se acogió Montón para dar veracidad a la teoría de que realmente sí lo cursó, sino que además la propia Universidad admitió ayer que se modificaron algunas de las notas de la ya exministra, transformando por arte de magia el «no presentado» de una asignatura en un aprobado sobrevenido. Además, hay serios indicios de que Montón plagió su trabajo de fin de máster. Del escándalo en que el catedrático Enrique Álvarez Conde convirtió algunos de los cursos que organizaba ya se sabe demasiado para demérito de esa Universidad. La diferencia respecto a otros casos radica en que Montón ha mentido públicamente ofreciendo una información deliberadamente incompleta y opaca con el único objetivo de sobrevivir como ministra. No ha sido posible, porque en este caso su engaño ha sido combatido con datos objetivos, y porque su intención de derivar toda la responsabilidad de las irregularidades hacia los organizadores del máster ha causado una fuerte convulsión en el PSOE y en el Gobierno. La presión interna ha podido esta vez con Sánchez, que ha vuelto a manejar una crisis profunda con una enorme incoherencia e improvisación y ha convertido la rectificación sistemática en una pésima costumbre de este Gobierno sin rumbo. Con la caída de Montón y la salida de Màxim Huerta cuando no llevaba ni una semana en Cultura, son ya dos los ministros destituidos del Ejecutivo en cien días, poniendo de manifiesto que ni el Gobierno de Sánchez era tan bonito, ni era oro todo lo que relucía.

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